Pese a que el panorama para los fabricantes de envases de PET ha mejorado con la recuperación económica y unos precios de la granza que por fin muestran una tendencia estable y a la baja (el gran caballo de batalla durante años para esta industria), los principales proveedores miran con recelo el futuro. La industria transformadora sigue dependiendo en exceso de dos mercados, las aguas y las bebidas refrescantes, que, pese a la tímida mejoría en sus volúmenes, no tienen visos de que vayan a reinstalarse en el periodo de bonanza previo a la crisis. A la vista de que los mercados emergentes (entendiéndose por este concepto campos como las cervezas, los zumos, los lácteos o las bebidas alcohólicas) cada vez demandan más PET pero sin que se disparen los volúmenes de forma significativa, la estrategia de la mayor parte de las compañías pasa por mantener prácticas que llevaron al éxito al sector hace más de una década. Entre medias el sector busca unos años de paz una vez que se ha completado la venta de la principal cabecera de Europa, APPE, una operación que ha supuesto la entrada de uno de los grandes actores norteamericanos del PET: Plastipak. Junto a esta compañía, el reportaje actual analiza los datos de facturación, volumen, exportación e inversiones de la treintena de firmas que configuran este sector, prestando atención a las operaciones más destacadas y las previsiones a corto plazo.