La riojana M.A. Silva&Garzón ha presentado el sistema 'OnebyOne' de detección de presencia de TCA en tapones de corcho. Esta tecnología, desarrollada en exclusiva por la corchera, ha supuesto más de tres años de investigación y una inversión de 2,5 M€, y permite garantizar que todos los tapones que siguen este proceso tienen menos del 0,5 ng/L de TCA cedible, al analizar individualmente cada corcho y separar automáticamente de la cadena de distribución todas las unidades que superan esa cantidad.
Para ello se emplean técnicas de espectroscopia en fase gaseosa, según la firma, “el método más sofisticado que existe para analizar el TCA en los tapones de corcho terminados para su uso”.
Actualmente, M.A. Silva&Garzón cuenta con 5 equipos de análisis que, hasta la fecha, han sido capaces de fabricar más de 1 M de tapones libres de TCA, mientras que las previsiones de la compañía pasan por lograr poner en el mercado hasta 3 M de unidades antes de que finalice este 2016. Estas primeras referencias analizadas tendrán por destino EEUU, Francia, Italia, Alemania y Australia, y podrían llegar en breve también a España.
Con este lanzamiento, M.A. Silva&Garzón se suma a las corcheras que se han lanzado a la lucha contra el TCA, caso de Amorim que, como se recordará, hace apenas unas semanas dio a conocer su tecnología NDTech, que emplea la cromatografía de gas para examinar cada corcho y detectar unidades con más de 0,5 nanogramos de TCA por litro.
Con planta productiva en la localidad de Laguardia (Álava), M.A. Silva&Garzón, resultado de la unión del grupo portugués M.A. Silva y de la familia Garzón, está especializada en la fabricación de tapones de corcho para vinos tranquilos, tanto naturales como técnicos, 1+1, microgranulados, aglomerados y especiales para su comercialización, principalmente, en España. Esto le reportó unos ingresos en 2014 -último ejercicio conocido- de 6,39 M€, frente a los 5,6 M del curso anterior.