La producción de envases de vidrio en grandes tiradas apenas se incrementó un 0,8% el pasado año en la Península Ibérica, hasta casi rozar los 3,45 Mt. Más plano aún fue el comportamiento de las ventas, absolutamente detenidas en los 3,39 Mt. De estos volúmenes, en torno al 65% corresponden a España. El particular entramado de este sector invita a considerar el ibérico como un único mercado, dado que grupos de capital luso como Ba-Vidro y Santos Barosa realizan el grueso de sus ingresos en nuestro país -en el caso del primero, con implantación fabril directa a través de tres localizaciones-, y otros como el vasco Vidrala cuentan con actividad productiva en el país vecino.
En 2009, y como no podía ser menos, la situación del mercado se ha deteriorado. Compañías como Saint-Gobain y O-I han decidido recortar producción con la parada definitiva de sendos hornos de fusión en Jerez de la Frontera y Barcelona. Saint-Gobain, líder destacado en nuestro país con una capacidad de 850.000 t el pasado año, ha complementado esta medida con la presentación de expedientes temporales de regulación de empleo en casi todos sus centros, algunos de ellos actualmente en curso.
Otros, en cambio, están aprovechando la crisis para ganar tamaño y entrar en nuevos segmentos, como Ba-Vidro, que a mediados de 2008 adquirió a la también portuguesa Sotancro y a su filial gallega Vidriera del Atlántico, ambos especializados en tiradas cortas y personalizadas.