Es indudable que el tejido empresarial vacacional aún no se ha recuperado de la crisis y del pinchazo inmobiliario. Cierres de establecimientos y cambios de operaror han sido una constante que, por el momento, parece no abandonar el mercado. Así, según el Informe Sectorial publicado por la Revista Hostelmarket , la planta vacacional ha visto mermado su capaciad alojativa en un 0,7%, principalmente por las bajas en Canarias, Costa del Sol y Baleares. Sin embargo, la mejora en los indicadores turísticos, el incremento del turismo extranjero y la recomposición de los mercados europeos que más habían caído en 2009, podrían señalar el camino hacia el final de este túnel. Además, habría que reseñar el posible desvío de flujos turísticos como consecuencia de la inestabilidad social y política en ciertos destinos mediterráneos del norte de África, que podría beneficiar, principalmente, al archipiélago canario.
Entre los grandes grupos hoteleros, son muchos los que han visto que sus cifras de negocio de 2010 repuntaban ligeramente en el segmento vacacional y esperan, con moderado optimismo, que la situación mejore aún más durante el presente 2011. No obstante, también abogan por una recuperación de los precios, muy bajos dada la situación económica y las presiones de los touroperadores. De hecho, gran parte de ellos ya han apostado por la necesaria mejora de su oferta, cada vez más orientada a las altas categorías y la especialización.