Millones de usuarios en España y decenas de millones en Europa eligen destino de vacaciones y negocios guiados por las facilidades que ofrece cada establecimiento para personas con diversidad funcional. España ha hecho grandes avances para garantizar en la mayoría de los alojamientos, tanto pertenecientes a grandes cadenas como independientes, la posibilidad de acceder sea cual sea la condición física del cliente.
Las recientes legislaciones autonómicas fijan una serie de adecuaciones mínimas para clientes con movilidad reducida que se van integrando poco a poco, a la vez que algunos intrépidos hoteleros se lanzan a reformar o construir unidades plenamente adaptadas para cumplir con un compromiso social a la vez que ocupan una parte del creciente nicho del turismo adecuado a todo tipo de discapacidades.
Varias agencias de certificación ofrecen ya el único sello oficial de accesibilidad universal, basado en la UNE 170001, que prueba el esfuerzo por hacer cualquier servicio adecuado para todo tipo de cliente sin importar su grado de capacidad física o psíquica.
Las consultoras sobre accesibilidad animan al parque hotelero a invertir en este segmento, no solo por concienciación, sino porque se trata de una inversión amortizada de larga duración para el empresario, mientras que los arquitectos hacen hincapié en la importancia de reducir el impacto visual procurando no romper la armonía del hotel con una sobreequipación de elementos accesibles. La proyección de la industria hotelera, a medio y largo plazo, parece indicar que los establecimientos irán implementando cada vez más adaptaciones para todos sus huéspedes, independientemente de sus limitaciones físicas.
La existencia de una creciente concienciación social en el ámbito de la accesibilidad redundará en una mayor comodidad y libertad individual para el cliente con discapacidad. Hostelmarket analiza la situación del sector hotelero en cuanto a su grado de adaptación en su informe A Fondo sobre Hoteles Accesibles .