Manuel Loring, director general de compras, fabricación y logística de Telepizza, ha hecho una presentación en el V Encuentro Alimarket Logística Gran Consumo en la que ha abordado la evolución de la compañía en sus 28 años de vida y los principales retos a los que se ha enfrentado. Y es que durante este tiempo se ha transformado debido tanto a la gran expansión (está presenté en 14 países con 1.300 tiendas y con más de 26.000 empleados) y por la recesión económica de los últimos años.
Según ha explicado, Telepizza tuvo una primera fase, hasta 2008, marcada por los grandes crecimientos en España y con la introducción en mercados como Chile, Portugal o Polonia. Posteriormente, entre 2009 y 2013, a raíz de la crisis económica, vio como su estructura de balance se limitó y tuvo que racionalizar su operativa y entrar tan sólo en zonas de menores dimensiones. Posteriormente, en 2014 la compañía reestructuró la deuda, catapultó la inversión y consolidó mercados, al tiempo que renovó su imagen y entró en nuevos países. En esta línea, en 2016 se han firmado acuerdos de masterfranquicia en Arabia Saudí y Reino Unido, con el objetivo de alcanzar en este último los 300 locales.
Esta gran transformación ha sido posible gracias a dos fases en las que se modificó la estructura del grupo. En una primera etapa se unificaron todos los procesos en cada país, de manera que se pasó de un tipo de operativa multipaís, en el que en cada región se trabaja de forma independiente, a un modelo multinacional, con decisiones globales. Así, se han unificado todos los procesos. En este aspecto Loring ha incidido en cómo se han centralizado las operaciones logísticas en cuatro regiones diferentes: España, Polonia, Chile y Colombia. Desde nuestro país se da servicio al mercado ibérico, Angola, Arabia Saudí y Reino Unido, mientras que este último no tenga entidad suficiente para crear un base específica. Por su parte, Polonia sirve a Centroeuropa, mientras que Chile lo hace a Perú y Bolivia y, por último, en Colombia se trabaja para todo Centroamérica. A nivel de transporte, el grupo mantiene contratos con operadores especialistas, en su mayor parte con exclusividad, para conseguir una mayor interrelación de la compañía.
Al igual que la logística, toda la producción está totalmente unificada. El grupo cuenta con siete centros de distribución, donde también se ubican las factorías para reducir los tiempos del transporte. En todos ellos se produce su ingrediente más importante, la masa, con los mismos procesos y equipos. La única diferencia es el nivel de automatización que varía según la dimensión de la planta. La principal es la ubicada en Daganzo (Madrid), donde se elaboran 50 M de pizzas al año.
Todo este sistema permite al grupo una mayor flexibilización, control y estandarización, que permite que no haya stock de producto elaborado, solo de ingredientes. Asimismo, se ha transformado el sistema de provisión de queso, el segundo ingrediente más importante. En un primer momento contaba con una fábrica en Ávila, si bien con la liberalización de las cuotas lácteas alcanzó un acuerdo internacional con una empresa especialista que transformó la operativa. Y es que Telepizza cuenta con proveedores globales para el 80% de sus materias primas, mientras que el resto se corresponde con acuerdos locales. Y es que la apuesta de Telepizza se basa en una plataforma global escalable y replicable que controla todo el proceso, de manera que cuando se entra en un nuevo país ya no se parte de cero y que se pueda trabajar desde el primer momento con toda la funcionalidad y competitividad de costes.