El fabricante de vehículos comerciales totalmente eléctricos Volta Trucks refuerza su apuesta por el mercado español. La firma con sede en Estocolmo (Suecia) ha anunciado la apertura de un centro de operaciones enfocado al cliente en Coslada (Madrid), con el objetivo de ofrecer servicios postventa de soporte y mantenimiento a los clientes que hagan circular sus vehículos en la región.
El espacio elegido por Volta posee unos 2.500 m2 con espacio para el estacionamiento de ocho camiones y cuatro muelles de servicio, que posibilitarán la realización de tareas de mantenimiento rutinarias. El centro tendrá capacidad de ofrecer la carga en paralelo de hasta ocho vehículos a través de sus diversas soluciones de carga, de 22 kW en corriente alterna hasta 150 kW en corriente continua. Además, contará con un espacio tipo showroom, oficinas administrativas, un centro de formación (Volta Trucks Academy) y un centro de atención telefónica para facilitar la interacción entre los clientes y el equipo de expertos técnicos y comerciales.
Entre las compañías que han apostado por estos vehículos en nuestro país se encuentra la especialista en última milla y transporte urgente Paack. Esta colaboración permitió a la fabricante sueca llevar a cabo las primeras pruebas en carretera de sus productos en suelo español, después de superar la fase de rodaje en circuito cerrado en Jarama (Madrid), unos meses antes. También otras compañías internacionales con sociedades en el mercado nacional han dado a conocer la adquisición de vehículos 'Volta Zero', como es el caso de DB Schenker -cuyo despliegue está previsto para 2023- y Petit Forestier. Esta última fue la primera en presentar uno de estos camiones eléctricos en nuestro país, desde su sede en Mercamadrid.
España se convierte en el tercer país junto con Alemania en contar con un centro propio dentro de la red de Volta Trucks Hubs, que se suman a los ya establecidos en las ciudades Bonneuil-sur-Marne (Francia) y Tottenham (Reino Unido). Es de destacar que la compañía sueca se fijó en España como posible sede para crear sus vehículos, en relación con el proyecto de impulso a la movilidad eléctrica que ocuparía las antiguas instalaciones de Nissan en Barcelona. Sin embargo, esta idea fue desechada y finalmente instaló su fábrica en Steyr (Austria).