Las empresas de gran consumo han intensificado la incorporación de productos ecológicos en sus catálogos como respuesta a las crecientes demandas de los consumidores, orientadas hacia criterios de sostenibilidad y preocupados por la evolución y el cuidado del medio ambiente. En lo relativo a los sectores de non food, esto ha conllevado un mayor desarrollo de formulaciones basadas en ingredientes de origen natural, así como la adopción de procesos productivos más responsables.