KFC España ha iniciado el proceso de reapertura de sus restaurantes, para lo que ha reforzado los protocolos de higiene frente al Covid-19. De esta manera, son ya 89 los establecimientos reabiertos por la cadena en nuestro país, de los que 79 ofertan servicio a domicilio. Asimismo, 57 pueden realizar pedidos para llevar y 44 tienen disponible la opción 'KFC Auto' de servicio directo a coches. De igual manera, ya se han habilitado algunas terrazas en aquellos territorios que han alcanzado la Fase 1 del plan de desescalada aprobado por el Gobierno, con una limitación de capacidad al 50%, a la espera de poder abrir de manera parcial los salones interiores. KFC opera 173 restaurantes en España, todos ellos operados por franquiciados. Entre estos últimos destaca el grupo AmRest, que al inicio de 2020 contaba con 82 establecimientos de la marca en nuestro país, seguido por Restaurantes Temáticos del Sur - Grupo NRSur (20 locales), New Restaurants of Spain (20) y Trigatum Inversiones (10).
Entre las medidas adoptadas por KFC se cuenta el seguimiento diario de la salud de los empleados, así como el refuerzo de su formación en materia de prevención, seguridad y limpieza. Así, se ha intensificado el protocolo de 'Manos y Pinzas', por la que el restaurante debe detener su actividad cada 30 minutos para proceder a la limpieza de las manos y herramientas. Los trabajadores también deberán respetar las nuevas medidas de distanciamiento, manteniendo una separación de al menos un metro entre ellos.
El servicio se ejecutará siguiendo una política de contacto cero, para que solo los clientes toquen el producto con las manos tras su elaboración, gracias al uso de pinzas durante todo el proceso de manipulado, su entrega en una bolsa sellada y el pago sin contacto. También se han instalado mamparas en los mostradores, siendo obligatorio el uso de mascarilla en todo el personal, así como guantes en los trabajadores de cara al público. Todas las superficies con las que los consumidores tienen contacto, como mostradores, quioscos, mesas o sillas, son desinfectados de forma regular tras su uso. Por último, se han colocado señales en los restaurantes para recordar a empleados y clientes la necesidad de mantener la distancia de seguridad y de lavarse las manos con frecuencia, además de suministrar guantes y gel hidroalcohólico a todos los clientes.