El nuevo Hospital de Toledo duplicaría la capacidad quirúrgica de la ciudad manchega, pasando de 18 a 33 quirófanos, e incrementaría el número de camas un 22%, según declaraciones del consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz. De aquí se desprende que el reformado plan funcional del hospital incorporaría una dotación de 25 quirófanos y unas 226 camas, que elevaría la capacidad del área hospitalaria de Toledo hasta las 1.030. Asimismo, se incrementará el número de paritorios de los tres que actualmente operan en el Hospital Virgen de la Salud, a los diez que tendría el nuevo hospital.
Tras el respaldo financiero obtenido por parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI), ratificado este mes de julio, Sanidad ultima sacar a concurso los pliegos para que puedan reanudarse las obras durante los próximos meses. La inversión en obra nueva será de 176 M€ sobre la ya ejecutada por el plan inicial, que habría elevado la inversión global al entorno de los 400 M€ con una dotación de 774 camas. La adjudicataria de llevar a término el proyecto se haría cargo también de la explotación de determinados servicios no sanitarios del hospital, siguiendo la estela de otras colaboraciones público-privadas como las realizadas en siete hospitales madrileños o en el Son Espases de Palma de Mallorca.
Como se recordará, el proyecto de Toledo, adjudicado en su momento a la UTE integrada por Acciona Infraestructuras (40%), Ferrovial Agroman (40%) y Contratas La Mancha (20%), fue paralizado a principios de 2012, por el gobierno manchego, con apenas un 30% de las obras ejecutadas . El retraso en las mismas y, sobre todo, la delicada situación financiera del ejecutivo autonómico fueron las razones esgrimidas en aquel momento para rescindir la contratación y paralizar las obras, a la espera de aprobar un nuevo plan funcional, con una dimensión y financiación considerablemente inferior, condicionado a que se consiguiese la línea de financiación del BEI.
Por otra parte, el gobierno manchego parece haber paralizado o, al menos, relegado a un segundo plano su decisión de externalizar la gestión integral de los hospitales públicos de Tomelloso, Villarrobledo, Almansa y Manzanares.