El grupo especialista en hemoderivados, productos de diagnóstico y otros materiales sanitarios Grifols ha hecho públicas sus cuentas de 2023. Todo, en medio de un proceso de investigación que está llevando a cabo la CNMV referida a posibles malas prácticas en la relación de Grifols y la sociedad mercantil Scranton de la familia fundadora, tras la publicación de un análisis de la consultora norteamericana Gothan el pasado enero, que conllevó una fuerte caída en la cotización de los títulos del grupo, que fue recuperándose en la segunda mitad de enero y el mes de febrero.
Por lo que respecta a las cuentas presentadas por el grupo, sus ingresos totales consolidados se incrementaron un 10,9%, hasta alcanzar los 6.591,98 M€ por todas sus divisiones. Grifols también aumentó su EBITDA ajustado un 26,3% hasta situarlo en 1.474 M€ (excluyendo la incidencia de la operación de compra de Biotest en 2022, en la que ya alcanza el 96,2%). Su resultado de explotación (EBIT) fue de 799,40 M (805,68 M en 2022) y sus beneficios netos quedaron en 59,32 M, un 72% por debajo de los 208,28 M del ejercicio precedente. Respecto a las inversiones en I+D, Grifols incrementaba la partida hasta los 395,28 M en 2023 (sobre los 361,24 M de 2022).
El aumento en la facturación de Grifols se debió sobre todo al crecimiento de los ingresos de la división Biopharma, que alcanzó los 5.558 M€ ingresados, un 11,01% por encima del año anterior. Mientras, la división Biosupplies crecía un 9,5% hasta los 159,06 M y, frente a ellas, la división Diagnostic se mantuvo en 670,27 M€, un 0,2% por debajo del ejercicio precedente.
El principal objetivo para 2024 de Grifols es continuar reduciendo la ratio de deuda, que cerraba 2023 en 6,3x y espera situarse en una ratio de 4x a finales de 2024, apoyándose, en buena medida, en los más de 1-600 M€ de ingresos que le reportará su desinversión del 20% en Shangai RAAS(finalmente ratificada por el grupo chino Haier este mes de febrero), que íntegramente se destinarán a amortizar deuda y reducir el apalancamiento.
Por otra parte, Grifols tiene como objetivo seguir aumentando sus ingresos y rentabilidades, para lo que prevé acelerar el ritmo de innovación; consolidar su alianza con el citado grupo Haier, quien, tras adquirir el 20% de SRAAS, ha firmado con Grifols un acuerdo, que garantiza al grupo español el aprovisionamiento de albúmina durante los próximos 20 años. Grifols también pretende seguir aprovechando su posición en Egipto; apoyar los objetivos de autosuficiencia de Canadá; optimizar la red de centros de plasma; y aprovechar los datos digitales y tecnología, potenciando la digitalización, para personalizar aún más la experiencia del donante, dando mayor uso a la analítica para optimizar los rendimientos y creando un centro de inteligencia artificial de excelencia.
En paralelo, para simplificar estructuras y separar la presidencia de la dirección ejecutiva, Grifols ha llevado a cabo una renovación de su gobierno corporativo, que en las últimas semanas ha supuesto la salida de los miembros de la familia Grifols de los puestos ejecutivos (el pasado febrero dejaban sus cargos Raimon Grifols, Víctor Grifols Deu y Alberto Grifols Coma-Cros, los tres convertidos en consejeros dominicales), mientras el grupo espera ya la próxima incorporación de Nacho Abia como nuevo consejero delegado y CEO, a partir del 1 de abril, y ya se han llevado a cabo los nombramientos en funciones clave de Roland Wandeler, como presidente del área de Biopharma; Jörg Schümpt, como chief scientific Innovation Officer; Miguel Louzan como Clief Digital Information Officer; Camillle Alpi, como Chief Human Resources &Talent Officer y Laura Carratalà, como vicepresidenta del Área Bio Suppliess. Por su parte, Thomas Glanzmann continúa en el puesto de presidente ejecutivo del grupo, que asumía en febrero de 2023.