La disminución del sacrificio de cerdo ibérico y la concentración del suministro ganadero han provocado tensión en la materia prima y en la oferta de productos (curados y frescos), nuevos ascensos de las cotizaciones y el incremento de las tarifas a salida de fábrica. De hecho, en 2024, la matanza certificada se redujo a 3,43 M de animales y, ya este año, el precio del cerdo de cebo ha llegado a 35 €/arroba. El descenso acumulado en las entradas a secadero y el tirón experimentado por la demanda, sobre todo en retail y de las líneas de ibérico de cebo, han derivado en la escasez de jamón/paleta curado. Así, se han impulsado los precios finales (pvp) de la gama, proceso aún con recorrido por delante. En concreto, en el canal de alimentación nacional, las compras y los pvp medios de los curados aumentaron en torno a un 10% en el último año y se ha acrecentado la venta de loncheado en peso fijo y en las secciones de corte, mientras Mercadona ha ganado terreno y ha incrementado su plantel de proveedores. Uno de ellos, Sierra de Jabugo, ha iniciado un programa inversor de 15 M€ en instalaciones industriales y ganadería. Vall Companys, Incarlopsa y el grupo Cañigueral se han unido para adquirir la ganadera Inga Food. Además, la estructura del grupo leridano se podría incrementar con una participación en Julián Martín. Por su parte, Marcos Sotoserrano busca soluciones a su profunda crisis de deuda y pérdidas. De momento, Jamones Ancín ha alcanzado el 100% del capital de Jamones Arroyo, compañía que ha acrecentado su negocio de ibérico. Además, destacan los impulsos logrados por Canpipork, Bell España, Nico Jamones, Maguisa y El Navazo. El atractivo de este mercado se ve revalidado también por la llegada de Noel Alimentaria. 1