Emmanuel Faber asumió la dirección general de la multinacional francesa Danone a finales de 2014, cargo que compatibiliza con el de presidente de la compañía desde hace un año y medio. Desde entonces, la impronta del máximo dirigente está muy presente en todo el universo Danone, con una visión muy clara de lo que quiere para la firma. Y uno de los rasgos más acusados de Emmanuel Faber, es que mira hacia el futuro. Por eso, en la celebración de los 100 años de edad de Danone, que se ha materializado con una cumbre de dos días en Barcelona bajo el lema "The Love Behind Food", no ha querido realizar una "autocelebración", ni caer en la nostalgia o la autocomplacencia. Emmanuel Faber y Danone han querido hablar del futuro, considerando el 7 de mayo como "el primer día de los próximos 100 años de la compañía".
Precisamente, en la acusada personalidad de Faber, se encuentran las claves que maneja Danone para su futuro. Y en el centro de las mismas, el presidente de Danone sitúa aspectos como la biodiversidad, la agricultura regenerativa y la alimentación saludable y sostenible para todos y en todo el mundo. Faber considera que el sistema alimentario actual ha llegado a su fin y que hay que adoptar un nuevo modelo, que prime los valores sociales, el medio ambiente o la agricultura y ganadería locales, aspectos a los que los nuevos consumidores prestan atención y por los que está dispuestos a pagar. "Danone no tiene una fórmula ganadora única para esto, no podemos caminar en solitario, pero queremos ser parte de la solución". Y esto, pasa por realizar profundos cambios en el sistema de alimentación y su industria. "Será el final de las grandes marcas si no cambiamos. Tenemos que ir muy rápido, ser percibidos como parte de la solución. Hemos aprendido mucho en estos años. Hemos logrado una cultura de adaptabilidad, de crecimiento, de hacer cosas a gran escala. Ahora, como empresa, tenemos que luchar contra la estandarización. Nutrirnos de la diversidad, prestar atención a todas las culturas, apostar por la biodiversidad y ser disruptivos".
En este contexto, para Faber es capital encontrar una respuesta a la pregunta de en qué medida está implicada Danone en el futuro de la alimentación. Por qué está en este mercado. Y la respuesta pasa inexorablemente por "hacer negocios de manera moral". Según apunta Faber, "mi filosofía no pasa o se reduce por ser más fuerte que mi competencia. Estoy convencido de que podemos cambiar el mundo a través de la alimentación. B Corp camina en esa dirección. Actualmente el 30% de nuestras ventas son B Corp y queremos llegar al 100% en 2030". Emmanuel Faber se refiere a la certificación B Corp, que reconoce las buenas prácticas y el cumplimiento de los más altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad, lo que implica usar el poder del negocio para resolver problemas sociales y ambientales. Danone inició este camino en 2015 y la división de lácteos en España obtuvo la certificación a finales de 2017. Progresivamente otras filiales y otras líneas de negocio de la multinacional han ido incorporándose a esta certificación.
En este contexto, Faber anunció que Danone abre a partir de ahora su colección de 1.800 cepas bacterianas con fines científicos. Esto incluye el acceso a su colección actual de 193 cepas de fermentos lácticos y bifidobacterias depositadas en la Colección Nacional de Cultivos de Microorganismos y su colección de más de 1.600 cepas en su Centro de Investigación e Innovación en París-Saclay. Faber no sabe la repercusión final que puede tener esta apertura, si bien apunta que "trabajaremos desde una óptica lo más pragmática posible".
En el camino de lograr una alimentación más saludable a nivel mundial, Faber cree capital "empezar en los niños, qué comen y qué opciones tienen". Respecto a las medidas a adoptar, "la cuestión no es sencilla. Lo que puede funcionar en un país, puede no hacerlo en otro. Un ejemplo de esto ha sucedido con los impuestos a las bebidas azucaradas, que no ha funcionado en un país -prefiere no comentar el país concreto-. Por eso, es muy importante tomar las medidas dependiendo del contexto socioeconómico de cada región. Un buen paso inicial es reducir las grasas y los azúcares de los productos actuales". En relación a NutriScore (semáforo nutricional que impulsa el Ministerio de Sanidad), Faber apunta que "es mejor un etiquetado imperfecto que no tener ninguno".
Otro aspecto capital para Faber es el de la sostenibilidad en los envases. "En todos las líneas de negocio en las que Danone está presente estamos impulsando políticas de packaging sotenible. El objetivo es que en 2025 todos los envases que utilizamos sean reciclables, compostables o reutilizables. Actualmente el 87% son reciclables y un tercio de los envases que utilizamos han sido reutilizados. Estamos trabajando duramente para mejorar estas cifras. Esto supone también llegar a acuerdos y dialogar con nuestros proveedores para mejorar la sostenibilidad, con la introducción de bioplásticos, derivados de la caña de azúcar y otros materiales. Estamos trabajando activamente y para nosotros es una cuestión muy seria".