La empresa de nutrición animal Nanta ha logrado la certificación de seguridad alimentaria FSSC 22000 para ocho de sus doce fábricas de piensos. Con ello, se convierte en la primera empresa del sector en recibir esta máxima certificación, que asegura toda la trazabilidad de la producción y minimiza los riesgos del fraude alimentario que, en su caso, podría afectar a la salud de consumidores y animales.
Se trata de una certificación voluntaria de gestión de la seguridad alimentaria concedida por AENOR que supone una ampliación importante del actual sistema, adaptando el mismo a la nueva versión de la norma ISO 22000 (2018), junto con el cumplimiento de una especificación técnica para los prerrequisitos (ISO TS 22002_6 2016), así como el cumplimiento de requisitos adicionales exigidos por FSSC para el sector de la alimentación animal.
Para su obtención, la compañía, que ha invertido una media de 300.000 € por fábrica, ha asumido una serie de requisitos adicionales hasta ahora no contemplados, como la “Mitigación del fraude alimentario” y el “Food Defense”, orientados a la prevención de acciones o fraudes intencionados que pudieran comprometer la inocuidad de los alimentos, así como un requisito de “Formulación de productos”, que tiene en cuenta el control de sustancias, nutrientes o ingredientes, que pudieran tener efectos adversos en los animales o afectar a la seguridad alimentaria.
El objetivo es que, a lo largo de este ejercicio, se certifiquen el resto de las plantas de Nanta en España y Portugal.