La crisis sanitaria y económica provocada a raíz de la irrupción del coronavirus ha terminado con una industria cárnica de Castilla y León, que ya ha suspendido sus operaciones fabriles, a la vez que reducía la plantilla a menos de la mitad de sus empleados habituales. Una problemática que ya se abordaba en el 'Informe 2021 del sector de Elaborados Cárnicos en España'.
Leer noticia completa