Cerealto Siro Foods prevé invertir más de 40 M€ en sus plantas durante los próximos tres años con el objetivo de garantizar “la competitividad, la rentabilidad y la viabilidad del negocio en el corto plazo para convertirse en el proveedor de referencia de la industria sobre los ejes de la calidad e innovación”.
Así, esta cifra irá destinada principalmente a mejorar la calidad, la seguridad alimentaria y la eficiencia de las operaciones, así como la innovación, mejora de costes y eficiencia energética.
Éste es el compromiso que está trasladando la compañía a sus trabajadores en los encuentros informativos que está realizando en estos días, y está alineado con la propuesta que ya presentaron el pasado mes de junio los nuevos propietarios de Cerealto, los fondos Afendis y Davidson Kempner, y que incluía una inversión de hasta 100 M€ en las fábricas del grupo en Castilla y León (concretamente, en Venta de Baños, Aguilar de Campoo y Toro) para modernizarlas y comenzar con la producción de referencias de mayor valor añadido, multiplicando así la rentabilidad de la compañía. Como se recordará, éste fue uno de los puntos clave que permitió desencallar el proceso de venta de la compañía, con la aprobación por parte de los trabajadores del Plan de Mejora de la Competitividad diseñado por Cerealto.
Estas reuniones informativas se están desarrollando además apenas una semana después del anuncio por parte del Ministerio de Industria de la constitución de una mesa de trabajo para abordar la venta de la planta de producción de galletas que Cerealto tiene en Venta de Baños y para la que se anunció el cierre el pasado mes de mayo. Posteriormente, se logró una moratoria de dos años antes de ejecutar esta clausura, bien para mejorar su competitividad, o bien, para encontrar un nuevo inversor para el centro, sobre lo que se centrarán este grupo de expertos, que ya ha creado el cuaderno de venta de la planta.
Además de en Castilla y León, Cerealto Siro cuenta con unidades productivas en Portugal, Italia, Reino Unido y México, que le permiten desarrollar su modelo de negocio basado en la producción de galletas, cereales y pasta alimentaria para clientes B2B de todo el mundo. Esta actividad le reportó unos ingresos en 2021 de 380 M€, un 18% menos que en 2020 como resultado de la crisis de consumo y de las desinversiones realizadas en los últimos años en sus negocio de bollería, panificación y alimentación infantil.