Finalmente no fue posible cerrar 2024 con un resultado plano, como preveía en diciembre Bosco Torremocha, director ejecutivo de la asociación Espirituosos España. Al término del ejercicio, el consumo de bebidas espirituosas en el mercado español registró una nueva caída - la segunda consecutiva tras el desplome por la pandemia del Covid-19 -, con una contracción del 3,7% en el volumen de las ventas, que quedaron situadas en 180 Ml comercializados, si bien el sector consiguió mantener la facturación (7.200 M€) en niveles similares a los del año anterior. “La inestabilidad económica y las tensiones arancelarias son los principales factores que justifican esta caída sectorial”, ha contextualizado Bosco Torremocha, director ejecutivo de Espirituosos España, en la presentación del Informe Socioeconómico del Sector de Bebidas Espirituosas 2024.
“En este contexto, el consumidor es más racional y limita su gasto, por lo que reduce las ocasiones de consumo al tener menor renta disponible. Afortunadamente, desde el sector vemos que se reduce la frecuencia y la intensidad de consumo, pero no la base de consumidores” explica Torremocha. Entretanto, el consumo en hostelería sigue fuerte, con un crecimiento del 4,1% en el valor de las ventas durante el primer cuatrimestre de 2025, según datos aportados por Nielsen.
Frente a la contracción experimentada por el consumo global, la evolución de los mercados exteriores -destino del 43% de la producción nacional de bebidas espirituosas- continúa al alza, con un nuevo impulso del 4,7% en las ventas, que superaron los 1.000 M€, al cierre del año, y un volumen de 137 Ml, equivalentes a 195 M de botellas comercializadas más allá de las fronteras nacionales.
“Este gusto internacional por nuestros productos se refleja también en la vinculación del sector con el turismo que nos visita, atraído por la calidad de nuestros productos y el buen servicio que de ellos se hace en el canal hostelero” ha destacado Bosco Torremocha. Así, los visitantes extranjeros que llegan a España destinan el 13% de su presupuesto a la compra de bebidas alcohólicas.
En cuanto a la evolución por categorías, tan solo whisky (segmento que aglutina el 27% del total de spirits comercializados), licores (20%) y tequila (1%), registraron avances en positivo al cierre del periodo; mientras el resto de las categorías registra leves caídas que no suponen grandes cambios, con impulsos del 1,7% en el caso de licores, del 1% para el whisky y un avance que no llega al 1% para tequila.
La ginebra, tercera categoría más demandada por el consumidor español (19% del total de espirituosos consumidos), se corona como la categoría con la caída en ventas más acusada del periodo con un descenso en volumen del 2,9%.