El mercado de soluciones de comida refrigerada mantiene su buen momento de forma, al menos desde una perspectiva global, que arroja crecimientos tanto en facturación como en volumen. Cierto es que no todas las categorías que lo integran han evolucionado en el último curso de igual manera, pero, en conjunto, hay claros signos de dinamismo, como las operaciones de adquisición vividas en los últimos meses, el ensanchamiento de la oferta y los esfuerzos en materia inversora y de fabricación. Y el contexto también ha favorecido, con una estabilización a nivel tarifario y las bondades de la conveniencia al alza en la mente del consumidor.
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