Tras varios años con una evolución prácticamente plana, el sector de los cierres y tapones logró un importante crecimiento a doble dígito en 2014, según los datos recogidos por Alimarket Envase, lo que le permite afrontar este 2015 con moderado optimismo, alentado, además, por el cambio de tendencia que se viene observando en la economía española y la buena salud que muestran las exportaciones.
Convertidas en tabla de salvación en los años más duros de la crisis económica, las exportaciones se han consolidado como palanca de crecimiento para los operadores de la industria taponera. De hecho, esta partida generó en 2014 de forma directa el 58% del total de ventas del sector, porcentaje que crecería considerablemente sumando la facturación de las filiales que compañías como Betapack, Cápsulas Torrent o Plásticos Castellá operan en el exterior.
Sin embargo, la relevancia de las exportaciones en el sector no procede tanto del volumen de ventas que genera, sino de su valor, ya que, la apuesta realizada en los últimos años por la industria en favor de la innovación ha tenido como fruto la consolidación de algunos de los operadores españoles como principales fabricantes mundiales de cierres y tapones de alto valor añadido, principalmente metálicos. En esta relación figuran compañías como Cápsulas Torrent (especialista en tapones rosca o irrellenables para vinos, licores y aceites) y otras como Axilone Metal, Federico Ferrer o Covit, proveedores de tapones de las principales fabricantes mundiales de perfumes o cosmética de alta gama. Esto hizo que las ventas al exterior incrementaran su precio medio en el último ejercicio un 3,1%, hasta los 3,7 €/kg, lo que moderó la caída en valor de las ventas exteriores en 2014 respecto a las cifras record del ejercicio anterior. De hecho, según datos del ICEX, las ventas al exterior en términos económicas apenas cedieron un 0,5%, mientras que en volumen la caída fue del 3,4%.
Exportaciones aparte, el sector se mantiene fiel a las recetas que le han permitido mantenerse a flote en los momentos en los que el consumo mostraba sus peores signos de debilidad, y generar valor en un contexto de precios a la baja y extrema competencia. De entre todas las medidas adoptadas, destaca la decidida apuesta por la eficiencia industrial -con estructuras ajustadas a la demanda que crecen al calor de las buenas perspectivas de futuro- y, sobre todo, por la I+D, que han convertido al sector en uno de los más innovadores de la industria del E+E, con lanzamientos de mayor conveniencia, sostenibilidad y funcionalidad y, cada vez de forma más recurrente, desarrollados a la medida de unos clientes que han visto en los tapones un mecanismo de diferenciación frente a la competencia.