El grupo tailandés Indorama ha alcanzado un acuerdo con Cepsa para hacerse con el complejo de producción de PET y ácido tereftálico purificado (PTA) que la compañía petroquímica tiene en la localidad gaditana de San Roque. Se trata de un complejo con capacidad para fabricar 480.000 t de PTA, 220.000 t de PIA (ácido isoftálico purificado) y 175.000 t de granza de PET y era propiedad de Cepsa desde 2011, cuando lo adquirió a su anterior propietario, el Grupo La Seda de Barcelona (inmerso entonces en una primera ronda de desinversiones para reducir su ingente deuda), por un importe de 32 M€.
Aunque inicialmente Cepsa mostró interés por mejorar su posición en el sector del PET a través de nuevas adquisiciones, cambió de postura y a principios de 2015 hizo pública su intención de desprenderse de sus activos en este sector. Fuentes sindicales ya apuntaban entonces al grupo Indorama como el mejor colocado para hacerse con el negocio, hasta el punto de que, al que incluso atribuían un precontrato para la adquisición.
En este sentido, este verano la firma tailandesa ya firmó una primera operación con Cepsa al hacerse con su factoría de PTA en Montreal (Canadá), una de las principales fábricas de este compuesto para el mercado norteamericano, con producción anual de 500.000 t. En los últimos años, Indorama ha realizado una frenética actividad de compras e inversiones que le han convertido en el primer fabricante mundial de polímero de PET y componentes para su fabricación.
Con unos niveles de facturación actuales de 7.500 M$, en los últimos años ha focalizado su interés en el mercado europeo. Tras sus dos últimas adquisiciones en Turquía, una de ellas a La Seda, ya se había convertido de facto en el principal proveedor de granza de PET para el Sur de Europa, pero buscaba más centros dentro de la Zona Euro. Además de ésta que acaba de adquirir en San Roque, Indorama cuenta con plantas dentro de Europa en Polonia, Países Bajos, Italia y Reino Unido.