La plataforma online de pedidos de comida a domicilio Just Eat Spain ha anunciado la adquisición de su competidora en Canarias, Canary Flash, después de que el pasado día 10 de septiembre la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) autorizara en primera fase el expediente recibido casi tres meses antes, el 21 de junio. Canary Flash es gestionada por la limitada Canary Delivery Company, constituida a finales de 2014 por el empresario Luis Hernáiz Falcón. Actualmente, cuenta con una cartera cercana al centenar de restaurantes colaboradores en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, entre los que se incluyen establecimientos de cadenas como Vips (Alsea Iberia), Gambrinus (Beer & Food), KFC, ADK - Abbasid Döner Kebab, La Sureña (Grupo Restalia), Papizza (Foodbox) o La Mafia se Sienta a la Mesa. Según el comunicado emitido por la compradora, que ya operaba en Canarias desde 2014, estos restaurantes pasarán a formar parte de la aplicación y la plataforma web de Just Eat.
En palabras de Patrik Bergareche, director general de Just Eat en España, "esta adquisición es una gran oportunidad para consolidar nuestro liderazgo en las Islas Canarias e incorporar una excelente oferta de restaurantes para nuestros usuarios. Junto a Canary Flash, estoy convencido que continuaremos ofreciendo la mejor atención a nuestros restaurantes sin perjuicio de poner en riesgo nuestro cumplimiento con la normativa laboral". Tanto Just Eat como Canary Flash comparten el modelo de contratación por cuenta ajena en los servicios de reparto.
Como se recordará, Just Eat está también a la espera de resolución de las autoridades europeas de competencia para acometer su fusión con la holandesa Takeaway, que podría crear un grupo que gestionaría 360 M de pedidos anuales, con un valor de 7.300 M de libras esterlinas. Además, Just Eat recibía también el pasado mes de junio una resolución positiva por parte de la CNMC con respecto a la vigilancia de las condiciones impuestas para la adquisición de La Nevera Roja en 2016. Entre ellas figuraba la prohibición de imponer condiciones de exclusividad a los restaurantes afiliados, vincular las comisiones abonadas por los restaurantes a una obligación de exclusividad o establecer penalizaciones por incorporarse a otras plataformas.