El Servicio de Urología y Litiasis del Hospital Ruber Internacional (grupo Quirónsalud ), dirigida por el Doctor Juan Carlos Ramírez, ha puesto en marcha la nueva Unidad de cirugía urológica Robótica en el centro hospitalario madrileño. Para ello, se ha incorporado al equipo el prestigioso urólogo francés Grégory Pierquet, procedente de la Clínica Saint Augustin de Burdeos quien, junto con el doctor Ramírez, se hará cargo de las cirugías robóticas. Para ello se ha incorporado el Robot quirúrgico Da Vinci, de alta precisión, que facilitará las intervenciones quirúrgicas, ofreciendo resultados óptimos; minimizando las posibles secuelas y proporcionando un postoperatorio más breve y confortable.
El Robot Da Vinci es una herramienta quirúrgica de última generación que, en manos de un cirujano experto, proporciona muy buenos resultados para el paciente. Latécnica se realiza a través de pequeñas incisiones, de entre 1 y 2 cm, también llamados “puertos quirúrgicos”, lo que permite acortar significativamente los plazos de recuperación de la cirugía (reducción de la estancia hospitalaria) y reduce el riesgo de complicaciones. El Robot Da Vinci es una mera herramienta bajo el control estricto de un cirujano. No genera ningún movimiento independiente al mismo, si bien permite un mayor rango de movimientos y por tanto una mayor precisión quirúrgica. El sistema Da Vinci consta de 3 piezas clave: la consola, el carro con los brazos quirúrgicos articulados y la torre de visión. El cirujano realiza la cirugía sentado en la consola sobre la que, a través de una imagen de alta definición 3D, tiene un control estricto del campo quirúrgico. Con los mandos situados en la consola, realiza los movimientos precisos y estos son enviados a los brazos robóticos que los reproducen con exactitud.
El Robot Da Vinci está especialmente indicado para procedimientos oncológicos, como el cáncer de próstata (prostatectomia radical con o sin linfadenectomia); en los tumores de vejiga (cistectomía radical con derivación urinaria); en el cáncer renal (nefrectomía total o parcial), etc., si bien, está igualmente indicado en procedimientos reconstructivos no oncológicos como pieloplastia, cirugía de prolapso de órganos pélvicos, etc.
Las principales ventajas del uso del Robot Da Vinci para el paciente son un abordaje mínimamente invasivo, con menor tiempo quirúrgico; la excelente visión del campo quirúrgico gracias al sistema 3D de alta definición; mayor visibilidad en zonas de difícil acceso y mejora de la disección quirúrgica; mejor visualización y manejo de las bandeletas neurovasculares, menor pérdida de sangre, menor dolor posoperatorio y estancia cotidiana; mejora de la continencia urinaria precoz; y mejor resultado estético.
Desde el equipo del Doctor Ramírez explican que “esta tecnología de última generación exige la creación de una unidad quirúrgica robótica especializada (cirujanos y enfermería) en un entorno hospitalario que posibilite una cobertura integral del paciente y asegure la asistencia del resto de especialidades que puntualmente pudiesen ser necesarias”. El doctor Ramírez añadía que “la medicina y concretamente la cirugía, no es ajena a la evolución tecnológica de nuestro tiempo, y, en este sentido, los centros hospitalarios y sus equipos médicos se sienten obligados a su puesta al día con el fin de ofrecer a los pacientes los mejores resultados en el tratamiento de sus enfermedades”.