El sector de frío comercial consiguió crecer casi un 20% en el último año gracias a la conjunción de una serie de factores: la necesidad de sustituir un parque de equipos envejecidos tras años de estancamiento; la adaptación a los nuevos hábitos de compra, productos y formatos de tienda; la estética, para dar mayor visibilidad a los productos y modernizar la tienda, e incluso la búsqueda de la excelencia en la creación de áreas de venta; y el ahorro energético.