La escalada inflacionista de la carne de vacuno ha vuelto a tomar velocidad en 2025, a ritmo del 13,6% hasta el pasado mes de octubre. A diferencia de los dos ejercicios anteriores, este nuevo tensionamiento en el coste está pasando factura al consumo en hogar y continúa propiciando un creciente trasvase de la demanda desde las piezas más gastronómicas a los formatos más asequibles, con las hamburguesas liderando este movimiento. En este contexto, se sigue señalando a la exportación como el mejor elemento defensivo en la actividad comercial del sector. Más allá de sus esfuerzos por ganar clientes y mercados exteriores en los que la oferta nacional pueda ser competitiva, desde la industria se trabaja en potenciar su eficiencia productiva y, un paso atrás, en reforzar la verticalización de su estructura, ganando posiciones en el negocio ganadero.