El grupo Vintae ha presentado en Enofusión su sexta incorporación al proyecto 'Garnachas de España', que empezó a gestarse en 2008, inicialmente como una trilogía, con la intención de recuperar viñedos y zonas abandonadas, donde anteriormente la garnacha fuera la protagonista. “Antes el porcentaje de garnacha en España era mayor que el de tempranillo”, comentó Raúl Acha (director técnico de Vintae), pero la introducción de variedades mejorantes y las dificultades que conlleva esta variedad la relegaron a un segundo plano.
En esta colección se muestra cómo la garnacha se expresa según los diferentes terroirs y donde cada nombre refleja el origen de los viñedos de donde proceden. Así, está integrada por 'La Garnacha Salvaje del Moncayo', en la Ribera del Queiles; 'La Garnacha Olvidada de Aragón', en el valle de Ribota (Calatayud); 'La Garnatxa Fosca del Priorat', de las montañas del Molar (Tarragona); 'El Garnacho Viejo de la Familia Acha', elaborada a partir de viñedos situados en Cárdenas (La Rioja); y 'La Garnacha de Hielo', fruto de la vendimia de hielo natural, que sólo se ha realizado en dos añadas.
La nueva incorporación es 'La Garnacha Perdida del Pirineo', de la cosecha de 2015. Su origen son 70 hectáreas aisladas, perdidas entre un bosque mediterráneo, en Uncastillo, al norte de Zaragoza, a 800 m de altitud, que fueron plantadas en 1999. Un vino de tono muy oscuro pero limpio, con toques a mermelada de frambuesa, más balsámico y persistente. El viñedo más joven de la colección, para retomar una zona vinícola donde históricamente siempre hubo viñedo y que además tuvo gran protagonismo en la Edad Media.
Una colección con la que Vintae trata de mostrar la versatilidad y calidad de las garnachas que se pueden encontrar en diferentes puntos de nuestra geografía. El grupo elabora en 15 DO, con el objetivo de “crear nuevos vinos, respetando la esencia de cada lugar".