El grupo cotizado DIA ha abierto una mesa de diálogo con los representantes legales de los trabajadores con el objetivo de "fijar las bases para un programa de bajas voluntarias incentivadas y proponer determinadas modificaciones de beneficios ligadas a un nuevo modelo organizativo", como parte del proceso de transformación que la compañía está llevando a cabo. Para ello, la empresa "reitera" su voluntad de mantener "una estrecha colaboración con todos sus grupos de interés y, en particular en este caso, con los sindicatos, con el fin de que todos formen parte del éxito del nuevo proyecto".
Según ha indicado la empresa, este programa de bajas va dirigido a alrededor de 400 posiciones, sobre un total de 2.600 personas, y no afectará ni a personal de tienda ni a personal de almacenes. Actualmente, su plantilla está integrada por 27.000 trabajadores entre supermercados, almacenes y oficinas.
A grandes rasgos, el citado proceso de organización en el que se enmarca esta decisión pasa por la reforma de un tercio de su red de tiendas en los próximos tres años; la reubicación (mediante nuevas aperturas) de hasta un millar de establecimientos; ofrecer a los clientes una nueva propuesta comercial; y, finalmente, implementar un nuevo modelo de gestión de franquicias. En este sentido, en fechas recientes la empresa detalló como sería este nuevo modelo "orientado al cliente, a la venta y a la rentabilidad de nuestros asociados", en palabras del director de logística y franquicias, Iván Martín Martín. La principal novedad de este modelo es que el franquiciado pagará la mercancía cuando ya la haya vendido y no antes (favoreciendo así la tesorería de la tienda), mientras que hasta ahora DIA entregaba el pedido a sus franquiciados una vez que había sido abonado.