Fuente: Kpmg
El 80% de los consumidores españoles coloca la relación calidad-precio como su principal prioridad a la hora de efectuar sus compras, según el estudio "Consumidores y nueva realidad" realizado por Kpmg a partir de 60.000 encuestas a consumidores de doce países. A continuación se sitúan la seguridad y la variedad de productos y servicios. Estos tres factores son también los más importantes a nivel global, si bien con un menor porcentaje (calidad precio es elegida por el 63% de los consumidores de todo el mundo, casi veinte puntos menos que en España).
Este cuidado del presupuesto familiar, se refleja claramente en las restricciones de aquellos gastos no esenciales. Más de la mitad de los consumidores españoles declaran que la pandemia ha empeorado su economía doméstica, siete puntos por encima del dato global. Y sólo un 12% afirma no haber modificado sus patrones de compra, frente a quienes tienen problemas para adquirir productos esenciales (9%), los que han dejado de adquirir productos no esenciales o de lujo (24%), son más selectivos en sus compras (42%) o han retrasado compras importantes (14%).
Esto se traduce de manera distinta en la cesta de la compra alimentaria y del resto de productos. Así, los consumidores españoles creen que aumentarán un 7% su gasto neto en alimentación (cuatro puntos por debajo del incremento previsto a nivel global), mientras reducirán un 43% su compra de otros productos. Este incremento del gasto contrasta con la frecuencia de compra, que ha caído un 11% respecto a los hábitos anteriores a la pandemia. El descenso se dispara al 33% en la frecuencia de compra de productos no alimentarios. Esta actitud conservadora del consumidor, tanto en España como en todo el mundo, se reafirma aún más por el destino elegido para esa parte del presupuesto no consumida: el ahorro, por delante de otras opciones como unas vacaciones o la restauración.
Fuente: Kpmg
El principal cambio de los consumidores a la hora de abordar sus compras físicas en la nueva normalidad es la exigencia de seguridad, mencionada por el 81% de los consumidores en España. Una exigencia que se traduce en medidas específicas como la implantación de medidas de distanciamiento social y seguridad higiénica.
En cuanto a la relación con las empresas, hay una caída de la confianza de siete puntos con los grandes operadores del retail y los fabricantes de productos de gran consumo. Las tres principales demandas a las empresas son que protejan a sus trabajadores, que presten un servicio de calidad y que ofrezcan opciones para disminuir el gasto o posponer el pago.
De cara al futuro poscovid, los consumidores apuestan con fuerza por las enseñas más próximas. Más apoyo para las marcas locales y después para las nacionales, mientras que cae la preferencia por las internacionales.
Fuente: Kpmg