La Asociación Española de Bioempresas (AseBio) ha presentado el Informe AseBio 2024, 'Hacia una Europa más competitiva'. Este año, además de recoger los principales indicadores del sector biotecnológico en España, el Informe ofrece una visión detallada de cómo la innovación biotecnológica nacional está impulsando la competitividad europea. A través de las voces de destacadas empresas y entidades, muestra los avances y aportaciones clave que posicionan a nuestro país como un actor relevante en el ecosistema de innovación europeo.
Después de un 2023 excepcional para el sector en términos de captación de inversión, en 2024 ha levantado un total de 181 M€ en 53 operaciones. Aunque estas cifras suponen un descenso del volumen total captado respecto a los 228 M€ del 2023, es importante señalar que se ha producido un aumento significativo del 26% en el número de operaciones. Por eso, desciende considerablemente en un 37% el volumen medio por operación pasando de 5,4 M€ en 2023 a 3,4 M€ en 2024. El volumen de inversión captado en operaciones de ampliación de capital con participación de inversores internacionales ha alcanzado los 64 M€. En 2024, ocho compañías han contado con el apoyo de inversores de países como Canadá, Chile, Países Bajos, Japón, Dinamarca y Estados Unidos. Las biotech han logrado más de 6,3 M€ a través del crowdfunding y los instrumentos financieros del Banco Europeo de Inversiones y de Enisa que se posicionan como actores clave para financiar las biotech.
"El cierre de la mayor ronda de financiación en 2024, con 30 M€, nos permite construir la mayor planta industrial de Tenebrio molitor en Europa y multiplicar nuestra capacidad productiva", ha compartido Adriana Casillas, CEO y cofundadora de Tebrio. "Este hito posiciona a Tebrio y a España como referentes europeos en innovación y producción de proteína alternativa, reforzando nuestra apuesta por la sostenibilidad y la autonomía estratégica en la alimentación del futuro. Además, esta inversión impulsa el desarrollo tecnológico y la creación de empleo cualificado, contribuyendo a consolidar un ecosistema biotecnológico competitivo y alineado con los objetivos europeos de economía circular y seguridad alimentaria", añade Casillas.
La salud humana sigue siendo la principal área de actividad de las biotech. Le sigue las empresas dedicadas a la alimentación y la agricultura y producción forestal. La salud animal y la acuicultura, el medioambiente, y en última posición la industria. Por último, siguen creciendo las alianzas en 2024 hasta las 335, de las que 242 son con entidades públicas y fundaciones. La cifra de compañías biotech en España creció en 2024 hasta las 1.014 empresas, lo que supone un incremento respecto al año anterior del 4,1%. La fotografía que observamos del tejido empresarial biotecnológico en España revela que el 52% de estas son micropymes y el 43% son pymes.
En 2023 la actividad de las empresas biotech en España ha generado más de 13.000 M€ de renta, lo que supone el 1,1% del PIB nacional. La recaudación fiscal ha alcanzado los 5.229 M€, cifra que representa el 0,4% del PIB. Cabe señalar que en 2023 la facturación global de las empresas biotech ha experimentado una corrección del impacto que generó durante los años 2021 y 2022, debido a la comercialización de las vacunas frente al Covid-19. Hecho que se traduce en un descenso de su impacto en la producción total cercano al 25% en 2023 respecto al 2022. Las biotech contribuyen con 131.214 empleados, es decir, el 0,67% del empleo nacional. La productividad por empleado en estas compañías es tres veces superior a la media nacional, y con un salario por empleado que duplica la media nacional.
"La biotecnología es un activo estratégico para construir una Europa más competitiva, sostenible y autónoma. Desde España, estamos demostrando que nuestras empresas pueden ser un motor clave de este proceso, generando soluciones innovadoras en salud, alimentación o sostenibilidad, atrayendo inversión internacional y creando empleo de alta cualificación”, declara la presidenta de AseBio, Rocío Arroyo. "Ahora necesitamos que Europa acelere su apuesta por la biotecnología, asegurando marcos regulatorios adaptados, conectando mejor el talento con la industria y ofreciendo financiación adecuada para apoyar la alta intensidad en I+D del sector. La biotecnología española está preparada para liderar este esfuerzo, pero necesitamos un compromiso firme de las instituciones para garantizar que Europa pueda ofrecer soluciones sostenibles y eficaces a los grandes retos globales", añade Arroyo.
En 2023, el sector biotecnológico invirtió 1.282 M€ en I+D, que supone un aumento del 5,2% respecto al año anterior. Las biotech invirtieron 865 M€ en I+D, de los que el 68% se financia con fondos propios y el 45% se destina a retribuir al personal investigador y técnico. Les siguen los fondos procedentes del sector empresarial, con un 12%, y los fondos procedentes de la Administración Pública con un 9%. Las biotech ascienden hasta la cuarta posición en cuanto a la intensidad de inversión en I+D, únicamente superado por los servicios de I+D, la educación y otro material de transporte.
Un año más, las compañías biotech mantienen la segunda posición en el ranking de sectores con mayor porcentaje de investigadores sobre el total de empleados con un 15,99% solo por detrás de las empresas de servicios de I+D. El informe pone de manifiesto que en 2023 la producción científica española en el área de conocimiento de la biotecnología representó el 2,49% de la producción global. Además, se cita un 20% más que la media mundial. Estas cifras sitúan a España en la novena posición global en número de documentos en biotecnología. Cada año sigue aumentando el número de matriculados en estudios de máster o grado en biotecnología. Desde el curso 2015-2016 el número de estudiantes matriculados en estudios universitarios de biotecnología de grado o máster ha aumentado un 36%. En 2023-2024, último periodo con datos disponibles, se han matriculado 9.798 alumnos entre máster y grado, de los que el 62% son mujeres.