El cambio de ciclo inmobiliario ha provocado que las entidades financieras entren rápidamente en el club de las principales promotoras e inmobiliarias del país. Su vuelta al sector se ha dado por medio de la entrada directa en el accionariado de grandes promotoras, la cancelación de deuda a cambio de activos y desarrollos en marcha, o la ejecución de embargos, entre otras vías. Todo ello ha supuesto que afronten una nueva etapa como promotores o como gestores de grandes carteras de activos inmobiliarios, terreno ajeno a su actividad tradicional.
Por ello, las consultoras inmobiliarias están adaptando sus estructuras organizativas para atender este nuevo nicho de mercado. En este sentido, CB Richard Ellis acaba de poner en marcha una nueva división dedicada a asesorar a las entidades financieras en relación al sector inmobiliario. Formado inicialmente por 46 personas, la firma prevé que esta línea de negocio aporte el 20% de su facturación. Los servicios que ofertará la consultora de origen norteamericano serán consultoría y valoración, asesoramiento en inversión y desinversión de activos, gestión de activos, intermediación, valoración y refinanciación de deuda, y servicios transaccionales (subastas y "sale & leaseback"), entre otros.
Pero no son los únicos en potenciar esta línea de negocio. Otras firmas del sector ya ofertan sus servicios y su colaboración en la gestión de activos de bancos y cajas. Así, Jones Lang Lasalle España tiene una división propia dedicada a la gestión de activos inmobiliarios de las entidades financieras, al igual que Knight Frank España.