Juan González de la Cámara.
Alimarket Electro: Sé que resulta un poco complejo por existir poca información al respecto pero ¿se puede cifrar el actual mercado de lectores de libros electrónicos? ¿Manejan alguna estimación?
Juan González: Efectivamente, en Grammata estimamos que el mercado total de e-readers, entendiendo como tales aquellos basados en tinta electrónica, está en torno a los 150.000 aparatos, de los que nosotros habríamos comercializado con 'Papyre' unos 75.000 equipos. Se trata, en cualquier caso de una estimación realizada vía consultas con el propio mercado y nuestros clientes, porque cuantificar cuantos ‘Kindle’ habrá vendido Amazon en España es sumamente complicado. A nivel mundial creo que la consultora IDC manejó una cifra en torno a los 11 ó 12 M ud creo recordar, con un peso mayoritario, por razones obvias, del mercado norteamericano. En España hemos llegado a pensar que podríamos estar entre el 1,5% y el 2%. En cualquier caso, el mercado más desarrollado sigue siendo el norteamericano por el efecto 'Amazon'.
A.E.: ¿Cómo estáis viendo la evolución del mercado?
J.G.: Por lo que sabemos, la pasada campaña navideña no fue mal con unas ventas totales en dicho periodo que estimamos en 80.000 lectores. Se trata también de un momento particularmente intenso de ventas en España ya que concentra entre un 35% y un 40% del negocio de e-readers de un año. Por lo demás, las cifras en general que se están manejando hablan de duplicar el mercado; eso es en principio lo que creemos que se va a vender en España. Ahora bien, el fenómeno tablet también está afectando bastante. Todos sabemos que son otra cosa pero lo cierto es que al calor del ‘iPad’ están surgiendo dispositivos TFT más económicos que hacen que un cliente se decante por ellos antes que por uno de tinta electrónica. Lo cierto es que el mercado se está dividiendo: por un lado, los lectores de tinta electrónica , a mi modo de ver los auténticos ereader, y por otra estas pantallas TFT que comentaba antes y que determinada gente denomina tablet. Lo cierto es que el desembarco del ‘iPad’ ha provocado esa disyuntiva entre los consumidores a la hora de usar el productos como un dispositivo para la lectura.
A.E.: Está claro que con los e-reader estamos ante un producto relativamente nuevo en el mercado español. Pese a esa novedad ¿de qué parque podríamos estar hablando en España?
J.G.: Se puede decir que nosotros fuimos pioneros en este sector ya que salimos al mercado en noviembre de 2007 y lanzamos el ‘Papyre 7’ antes incluso de que Amazon saliese con su ‘Kindle’. Nosotros tenemos un parque de unas 100.000 unidades y calculamos que en todo el conjunto de España pueda haber un parque de 220.000 ó 230.000 dispositivos.
A.E.: Bajo su punto de vista ¿qué elementos podrían estar retrasando la implantación de los e-book en España y, por extensión, los e-reader? Las descargas ilegales, el IVA, la resistencia de las editoriales, ...
J.G.: Bajo mi punto de vista, después de haber hecho la travesía por el desierto visitando muchas editoriales hace unos años, el principal escollo está precisamente en su manera de entender el mercado. Digamos que las editoriales no están realizando una apuesta 2.0 lo que provoca que den dos pasos para adelante y uno hacia atrás. Particularmente no creo en la posición que manejan tanto a nivel de precios como de DRM (sistema de protección). En el tema de los derechos de autor el ejemplo norteamericano es claro. En EE.UU. hay mercado de e-book porque es ilegal bajarse un libro -aunque haya gente que después lo haga, eso es distinto- mientras que aquí en España no lo es. Tenemos demasiado incrustado el concepto del gratis total y ante eso es difícil competir. Sinceramente no creo que la Ley Sinde ni el concepto del canon resolverán las cosas. Todo el mundo sabe que los enlaces se cambian de sitio y cualquiera puede descargarse objetos digitales (música, libros, etc) desde cualquier otro lugar. Ese no es el problema. En realidad la cuestión se centraría en las editoriales que no están haciendo una apuesta interesante. Aunque hay propuestas y cada vez se incorporan más títulos al entorno online, lo cierto es que hay cierto temor a que pueda verse resentido el verdadero corazón de negocio, que sigue residiendo en el papel. Después de tres años yendo detrás de las editoriales para que apostarán por este concepto pues es un logro que por lo menos ya dispongan de títulos en este campo. Es un avance pero lo que hace falta es que ese primer paso se de de forma indefinida y no demonizando, como ocurrió con la industria discografica hace años.
A.E.: Volviendo al mercado norteamericano, algunas opiniones apuntan a la idea de que precisamente Amazon vende sus ‘Kindle’ a precio de coste porque en realidad donde consigue general ingresos es en su negocio editorial…
J.G.: Yo sí creo que gana dinero con el dispositivo. Siempre que se habla de los precios de los dispositivos, hay mucha diferencia entre el que se aplica aquí en España y en EE.UU. Yo siempre digo, "empezemos a sumar costes", costes derivados de vender un 'Papyre' en España o en otros países. Al margen de que nosotros no contamos con la capacidad de compra que tiene Amazon, aquí tienes un 14% de aduanas, un 18% de IVA y un porcentaje que se llevan los distribuidores y cadenas con las que trabajas. Amazon vende su dispositivo a través de su página web. Lo que quiero decir es que tienes un 90% de precio más debido a las características peculiares de tu canal y, como no, de tu propio país.
A.E.: La entrada de Amazon en el mercado español ¿va a suponer algún cambio en el mercado de los e-readers y de los libros electrónicos?
J.G.: Indudablemente habrá cambios pero ellos también tendrán que cambiar. Para empezar, en España existe una barrera de entrada clara como son los derechos que están en manos de las editoriales. Luego está el canal. En Grammata, cuando empecé a vender ‘Papyre’, acudí en primera instancia al mundo editorial (librerías, editoriales, bibliotecas) y no hacía más que encontrarme con puertas cerradas por lo que al final empezamos a vender en la sección de electrónica de los grandes almacenes. Ahora bien, había una cosa de la que yo estaba muy seguro y es que la gente tenía que verlo. Cuando ves una pantalla de tinta electrónica te maravillas. Aquí no existe el conocimiento del 'Kindle' a través de la página web, el marketing. Entonces, ¿qué pasa en España? Aquí tenemos dos barreras, por un lado el tema físico, el vender posición física, y el otro que los derechos de autor siguen en manos de las editoriales. En este último punto dependerá de los acuerdos que logré. Al final, si las editoriales dicen no, tendrá su tienda online pero no tendrá qué vender. Es así de simple.
A.E.: ¿Qué planes de expansión está barajando Grammata en estos momentos?
J.G.: Avanzamos por dos vías. A nivel geográfico en Argentina y México ya estamos presentes y vamos a seguir por ahí. Creemos que el idioma es una barrera para otros operadores y por eso pretendemos ser los mejores en lengua castellana. La idea es ir a por el mercado Latinoamericano, siempre con socios locales y replicando el modelo español. El otro camino es por distribuidores en distintos sectores. Estamos preparando algunos prototipos para el tema de educación, abogados, médicos… Nos hemos dado cuenta de que a nivel sectorial hay muchísimo potencial y existe todo un conjunto de oportunidades en cuanto a los contenidos. En campo concreto de la Educación, queremos eliminar la famosa mochila de 12 kg. Creo sinceramente que el papel desaparecerá. De momento estamos preparando prototipos pero todavía no tengo el ‘Papyre’ educativo ideal. Quizá para el curso que viene esperamos colocar varios prototipos de clase en distintas CC.AA. Y ese será el campo de batalla para preparar el siguiente curso.
A.E.: Para 2010 Grammata tenía como objetivo alcanzar una facturación de 9 M€. ¿Se lograron esos objetivos?
J.G.: Al final fueron 10 M€. Nuestra previsión es que nos situemos entre los 15 y 17 M€ puesto que la comercialización en estos países de Latinoamerica tiene que empezar a aportar desde el primer momento.
A.E.: ¿Han bajado los precios de los readers en el último año? Algunas fuentes hablan de reducciones de hasta un 40% por la concurrencia de mayor número de marcas...
J.G.: No, no bajan por la concurrencia de nuevas marcas. En realidad, los precios descienden desde el momento en que hay dos fabricantes de panel de tinta electrónica como son E-Ink (PVI) y SiPix. La llegada en concreto de SiPix lo que ha provocado es que efectivamente E-Ink haya tenido que bajar los precios. Recordemos que hasta el año pasado había un único proveedor de estos paneles prácticamente en monopolio. Y hay que tener en cuenta que la pantalla suponía el 60% del coste de un ereader. Ese era en realidad el motivo por qué estos dispositivos no bajaron de precio en los últimos tres años.