La Asociación Española de Industriales de Plásticos, Anaip ha publicado una nueva edición de su memoria de actividades anual. El documento que recoge la labor que realizaron las distintas áreas y divisiones de esta organización el año pasado y que reivindica el esfuerzo de la asociación en las materias que más afectan al sector de los plásticos.
A lo largo de sus 40 páginas, se amplía información sobre la contribución de los plásticos a la sostenibilidad, las iniciativas voluntarias de la industria como el programa OCS, para reducir la pérdida de granza al medio ambiente; los beneficios de asociarse a Anaip, así como las nuevas empresas asociadas en 2019; la estructura de la asociación, sus órganos de gobierno y la Asamblea General del año pasado; las actividades más destacadas por áreas y divisiones, etc. “Son las acciones más relevantes que hemos llevado a cabo en el desarrollo de nuestra actividad –afirma el Director General, Luis Cediel, en la carta que abre la memoria–, siempre focalizados en aquellos asuntos que nuestros asociados y nuestros órganos de gobierno consideran las prioridades de nuestra industria”.
Entre esas prioridades, en 2019 estuvo la puesta en marcha de EsPlásticos, una plataforma fundada por Aimplas, Anaip, Cicloplast y PlasticsEurope en la que colaboran diferentes agentes que forman parte del sector y de la cadena de valor de los plásticos. Su objetivo es dar a conocer las soluciones sostenibles que los plásticos ofrecen a los retos de la sociedad, así como destacar los avances económicos, técnicos, sociales y medioambientales que estos materiales hacen posibles.
Otra de las acciones más destacables de 2019 fue la creación del nuevo Grupo Sectorial de Sostenibilidad de Envases & Embalajes, para abordar toda la problemática que afecta a este segmento de la industria. La Asociación también se centró principalmente en impulsar el programa OCS; en apoyar y participar de forma activa en la Circular Plastics Alliance para impulsar el mercado de los plásticos reciclados en la UE; en el proyecto para la construcción de un SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) para la gestión de residuos plásticos agrícolas; y en el proyecto Plasmix, para recuperar, separar y reciclar plásticos mezcla procedentes de la recogida urbana.