La Comisión Europea ha abierto una consulta pública que se extenderá hasta el 19 de agosto sobre un nuevo proyecto de normas para el cálculo, la verificación y la notificación de datos sobre el contenido de plástico reciclado en botellas de bebidas de plástico de un solo uso. Este proyecto derogará la anterior Decisión de Ejecución (UE) 2023/2683, que contempla exclusivamente el reciclaje mecánico.
Este documento regulará por primera vez a nivel comunitario el reciclaje químico, una tecnología que muchos consideran necesaria para alcanzar los ambiciosos objetivos de contenido reciclado establecidos por la Directiva SUP.
El reciclaje mecánico ha sido el preferido en la legislación por ser menos contaminante y más eficiente energéticamente que la alternativa química. Sin embargo, cuando el reciclaje mecánico no es viable o se requieren estándares de calidad más altos, como en el caso de los envases para alimentos, el reciclaje químico representa una fórmula de gestión que ha sido demandada por el sector.
El ámbito de aplicación se limita únicamente a los residuos plásticos posconsumo. La metodología de atribución indicada en el borrador, en el Artículo 7, es la versión del balance de masas excluyendo las pérdidas y la proporción de residuos destinados a la producción de combustible o la recuperación de energía. Para los productos líquidos o gaseosos de "doble uso" (que pueden transformarse tanto en combustibles como en sustancias químicas), solo se contabiliza la parte destinada a productos no combustibles, mientras que los productos sólidos de doble uso se excluyen por completo del cálculo.
El período de validez del balance de masas está limitado a tres meses y no se permite un saldo negativo. El balance se aplica a cada planta individual, sin transferencias de asignación entre diferentes emplazamientos o empresas. También se regulan casos especiales, como la materia prima líquida destinada a los craqueadores de vapor. En estos casos, se utiliza un método basado en curvas de ebullición para estimar la proporción asignable de material.
Las normas buscan equilibrar la transparencia y las cargas administrativas para las empresas y las autoridades nacionales. Se requiere una verificación anual por parte de un tercero independiente para las etapas más complejas de la cadena de valor. Los requisitos serán menos gravosos para las pequeñas y medianas empresas, con verificaciones cada tres años. Las empresas serán responsables de verificar las autodeclaraciones de sus socios comerciales, mientras que las autoridades nacionales realizarán controles basados en el riesgo.
Esta es la primera vez que la UE establece normas sobre el contenido reciclado procedente del reciclaje químico. La metodología de cálculo descrita en el borrador, explica la Comisión, servirá de modelo para futuras normas sobre contenido reciclado en otros sectores, como el de los envases, la automoción y el textil. La falta de claridad regulatoria ha provocado en los últimos años una caída del interés de compra en el aceite de pirólisis por parte del sector químico y ha dificultado la financiación de nuevos proyectos e infraestructuras.
Las partes interesadas pueden presentar comentarios sobre el proyecto de acto de ejecución antes del 19 de agosto de 2025. Tras considerar los comentarios, la Comisión presentará el texto final al Comité Técnico compuesto por representantes de los Estados miembros para su votación en otoño de 2025.