La compañía de distribución de paquetería y gestión de puntos de entrega fuera de domicilio Mondial Relay dejará de utilizar su nombre en las operaciones en España. Esta es la decisión que ha tomado el grupo InPost, propietario de la firma francesa desde 2021, que ha priorizado el uso de su enseña. Una operación que, además, se verá reforzada con la instalación de los primeros lockers en el mercado nacional en las estaciones de servicio de Galp.
La marca Mondial Relay no desaparecerá, ya que continuará activa en los mercados donde esta firma tiene amplia presencia y es más conocida, como por ejemplo Francia. Sin embargo, esta enseña contaba con una penetración reducida en España. Es de destacar que InPost tampoco estaba presente en nuestro país antes de la adquisición de Mondial Relay, por lo que el holding propietario ha preferido comenzar desde cero con el posicionamiento de marca para emprender una nueva etapa de expansión de su red híbrida de puntos de envío a no domicilio.
Con la asimilación del negocio de Mondial Relay, la compañía polaca toma tanto los clientes como la red de cerca de 40.000 puntos de recogida 'Punto Pack' en Europa, de los cuales alrededor de 3.200 se sitúan en España. A ellos se sumarán los lockers que InPost prevé situar en lugares estratégicos de paso, como lo son las gasolineras.
El acuerdo alcanzado entre InPost y Galp sumará cientos de nuevos puntos de recogida de paquetes en la red del grupo polaco, ya que la empresa energética cuenta con 570 estaciones repartidas por todo el territorio nacional. El primer paso para este despliegue se centrará en los puntos de repostaje situados en las principales ciudades de España: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Málaga, entre otras. "A partir de ahí, la red de entrega a no domicilio de InPost se irá extendiendo de forma progresiva por el resto del territorio, hasta alcanzar las zonas más remotas", detallan desde la compañía.
Las taquillas estarán emplazadas en las zonas exteriores de las gasolineras para facilitar la recogida de paquetes adquiridos por los consumidores a través de comercio electrónico, ya que permiten recoger los pedidos en cualquier momento, los 365 días del año. "Esto supone una notable reducción de la huella de carbono que supondría el reparto a domicilio de cada paquete", apuntalan desde InPost, "los clientes pueden elegir el lugar más cercano a su domicilio o lugar de trabajo para recoger las compras online, sin preocuparse por tener que estar en casa cuando llegue el repartidor".