Madrid, Barcelona y Valencia, las tres ciudades más habitadas de España, han coincidido en el último lustro en crecer por encima del promedio nacional y aumentar su tasa de densidad comercial. Pero, más allá de esta circunstancia, cada una posee su propio mix de formatos: Madrid se apoya en los supermercados grandes y Barcelona y Valencia, con más o menos excluisvidad, en los autoservicios.