Los frutos secos siguen en auge en nuestro país. Este sector ha evolucionado en positivo en los últimos años, en sintonía con un consumidor que los ha incorporado a su dieta de manera asidua. A pesar de la volatilidad de los precios, marcados por el mercado internacional, la tendencia de consolidación en el sector es clara. Este auge de la demanda ha contagiado al sector empresarial, que vive un momento de gran dinamismo, con fusiones, adquisiciones, balances saneados y fuertes inversiones en modernización y capacidad productiva. Además, se está impulsando este sector desde el campo, con el incremento de plantaciones de frutos secos nobles, con la almendra y el pistacho a la cabeza de estos nuevos cultivos. Este hecho está impulsando, además, el desarrollo y ampliación de centros de procesado en nuestro país.