El pasado mes de noviembre, Italia aprobaba una ley que prohibía la producción y la comercialización de carne cultivada en el país. Utilizando un argumentario basado en la amenaza que este tipo de tecnología supondría para las granjas italianas, el empleo y la salud de los ciudadanos, la iniciativa promovida en primera instancia por Coldiretti, una de las asociaciones agrícolas más grandes de Italia, situaba al país como la primera gran economía mundial y europea en rechazar esta nueva vía teórica de generación de proteínas alternativas.
Según declaraba el Ministro de Agricultura italiano, Francesco Lollobrigida, "esta prohibición es una medida valiente exigida por los ciudadano, con el debido respeto a las multinacionales que esperan obtener ganancias monstruosas poniendo en riesgo el empleo y la salud de los italianos".
Desde el organismo sin ánimo de lucro Good Food Institute Europe se hacía una lectura diferente. Francesca Gallelli, consultora de asuntos públicos del GFIE, afirmaba que "este proyecto de ley no sólo priva a los consumidores de opciones, sino que también aísla a Italia de la inversión y la creación de empleo que ofrece esta floreciente industria. El debate en torno a la carne cultivada en Italia se ha visto alimentado por la desinformación, ya que las audiencias en el Senado excluyeron intencionalmente a las empresas y partidarios de la carne cultivada, al tiempo que permitieron afirmaciones falsas de los opositores de este alimento sostenible".
Apenas un mes después, acabamos de conocer que el partido político francés Les Républicains, sucesor del UMP, la agrupación conservadora creada por Jacques Chirac, ha presentado un proyecto de ley en la Asamblea Nacional dirigido a prohibir la producción y comercialización de carne cultivada en el país, "en interés de la salud humana, la salud animal y el medio ambiente", según se lee en la propuesta de ley.
Nuevamente, nos encontramos ante un argumentario que pone en cuestión la calidad y la seguridad de la carne cultivada, afirmando que "las empresas de carne cultivada prometen reemplazar la carne importada de baja calidad con una alternativa altamente procesada y llena de aditivos cuestionables", así como el riesgo económico que supone para el primer exportador europeo de carne de vacuno, denunciando a esta incipiente industria como una "amenaza real para la ganadería". El Ministro de Agricultura francés, Julien Denormandie, también se ha mostrado escéptico sobre los beneficios de la carne cultivada, cuestionando su papel en la sociedad y descartándola como "un esfuerzo científico equivocado".
La Fédération Nationale Bovine (Federación Nacional Bovina) ha acogido con satisfacción la iniciativa política, planteando preocupaciones sobre los impactos sanitarios y ambientales de la carne cultivada y sus posibles efectos adversos "en la reconocida gastronomía tradicional y de alta calidad del país". Otras asociaciones como la Confédération Paysanne y la Coordination Rurale se oponen firmemente a la producción de carne cultivada con células. Al mismo tiempo, la Fédération Nationale des Syndicats D'exploitants Agricoles, una organización que agrupa a 20.000 sindicatos agrícolas y 22 federaciones regionales, afirma que "no ve ninguna ventaja para los agricultores, ya que no hay pruebas que respalden la necesidad ni los beneficios de la carne cultivada".
Más allá de la presentación del proyecto de ley, el grupo parlamentario Les Républicains ha denunciado la financiación pública que han recibidos distintos proyectos en el campo de la carne cultivada y el plant-based por parte de Bpifrance, afirmando que la iniciativa demuestra las "vacilaciones" de las actuales autoridades públicas. Las empresas mencionadas son Vital Meat, que desarrolla pollo cultivado a bajo coste, Gourmey, que el año pasado consiguió 48 millones de euros para desarrollar aún más el foie gras cultivado, o Umiami, que el pasado mes de octubre anunciaba que ha logrado elevar su financiación hasta el entorno de los 100 M€, para convertirse ya en el proyecto mejor financiado del sector plant-based en Europa durante 2023.
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