La gastronomía en hoteles ha pasado de convertirse en un complemento a ser un reclamo fundamental de los huéspedes. Es por ello, que hoy los operadores hoteleros sitúan el F&B en el centro de sus acciones, llegando incluso a desarrollar, en muchos casos, toda su estrategia comercial en torno a su propuesta gastronómica. No es de extrañar teniendo en cuenta que definir un buen área de alimentos y bebidas puede redundar en una mayor recurrencia de los huéspedes al hotel, la captación de potenciales clientes y una vía de ingresos adicional al hospedaje. Teniendo esto en consideración, el hotelero no deja de innovar en sus propuestas, creando conceptos propios, además de apoyarse en chefs y cadenas de restauración organizada.