La multinacional de gran consumo Henkel ha anunciado nuevos objetivos para 2025 orientados a reforzar su apuesta por un embalaje más sostenible. Así, y en línea con los esfuerzos realizados y progresos obtenidos hasta ahora, la firma ha establecido que el 100% del embalaje será reciclable, reutilizable o compostable -excluyendo en este último caso los productos adhesivos en los que los residuos pueden afectar la reciclabilidad-, además de usar un 35% de plástico reciclado para sus productos de consumo en Europa.
Desde la compañía recuerdan que, durante décadas, todos sus envases han sido diseñados mediante un proceso en el que se ha empleado la menor cantidad posible de material, así como los más sostenibles. Ahora, Henkel da un paso más en su compromiso por promover una economía circular. Su nuevo marco estratégico para el embalaje sostenible refleja -dicen- las "tres fases clave de una cadena de valor circular". Cada una de ellas se traduce tres acciones específicas.
Por un lado, el uso de materiales de fuentes sostenibles con el compromiso de incluir un mayor porcentaje de éstos en sus embalajes, refiriéndose tanto a materiales reciclados, especialmente plástico, como a los renovables como papel y cartón. Por otro, el diseño inteligente del embalaje teniendo en cuenta las peculiaridades de los nuevos materiales. Con ello, Henkel explorará soluciones innovadoras a lo largo de toda la cadena de valor, por ejemplo, en el ámbito del embalaje de transporte y de la logística. Además, continuará con sus esfuerzos para reducir la cantidad de material de embalaje que utiliza.
La tercera y última acción es el cierre del ciclo. Y es que Henkel se compromete a asegurarse de que el embalaje de su producto se pueda reciclar una vez que se haya consumido el producto, por ejemplo, estableciendo colaboraciones para fomentar sistemas apropiados de reciclaje. La compañía seguirá explorando soluciones, como los sistemas de recarga que permiten a los consumidores reutilizar los envases. Asimismo, está buscando materiales que permitan que el embalaje sea devuelto a la naturaleza, como los biodegradables que cumplan con los estándares internacionales de compostaje.