Masía Vallformosa, compañía especialista en el sector de vinos y espumosos con sede en el municipio barcelonés de Vilobí del Penedès, ha cerrado el ejercicio de 2022 con una cifra de negocio de 33,2 M€, lo que supone un incremento del 8% respecto al curso previo, acortando distancia con el dato prepandemia (35,32 M€ en 2019).

La catalana ha registrado un resultado de explotación de 1,64 M€ (+14,7% respecto a 2021 y +78,2% respecto a 2019) y un ebitda “histórico” de 3,3 M€, superando en un 31,5% el número de 2019.

Un año más, mantiene su apuesta por la exportación, obteniendo un crecimiento del 9% y destinando fuera de nuestras fronteras en torno al 85% de su negocio (26,10 M€), siendo Bélgica, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Dinamarca los principales mercados.

Tal y como informan fuentes de la compañía, la estrategia sigue siendo posicionar a Vallformosa “como una compañía global y crecer hacia nuevos países”, confiando en “la creación de valor siguiendo un plan de reposicionamiento de los mercados consolidados como Bélgica”, donde absorbe el 35% de la cuota de mercado en espumosos, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que es uno de los principales países en consumo de este tipo de vinos en el mundo.

En cuanto a la situación patrimonial, Vallformosa ha reforzado sus recursos propios con el objetivo de ganar músculo financiero “para competir y resistir en cualquier escenario macroeconómico”.

Marta Vidal, CEO de Vallformosa, ha subrayado que “2022 ha sido un año excepcional en todos los sentidos, teniendo en cuenta un contexto socioeconómico complejo y cambiante”, añadiendo que el equipo se muestra positivo “sobre el plan estratégico para este 2023; trabajando con dedicación y mimo los mercados consolidados, nuevos mercados, entrando fuerte en Latinoamérica y dedicando esfuerzos al mercado nacional”.

La innovación guía el timón hacia la optimización vinícola

Con el foco puesto en la innovación en zona industrial y en investigación y desarrollo, durante el año pasado la compañía ejecutó unas inversiones por valor de 0,9 M€.

Desde la incorporación de Marta Vidal como directora general en 2017, Vallformosa ha dedicado especial esfuerzo a profesionalizar el departamento técnico, poniendo en marcha un equipo exclusivo de viticultura. En total, su plantilla media emplea a 106 trabajadores.

La compañía dejó de tener fincas y viñedos propios y optó por comprar la uva a más de 400 familias viticultoras, que realizan su labor con el apoyo del equipo técnico, que se encarga de desarrollar soluciones para afrontar al reto que plantea el cambio climático y el incremento constante de la exigencia de calidad, para lo que monitorizan el crecimiento, la maduración de los frutos y las predicciones de cosecha a través de la agricultura de precisión, basada en tecnología informática y las imágenes de satélites en su variabilidad intraparcelaria.

Además, la compañía ha llevado a cabo la implementación de ‘Visual Nacert’, un software de gestión agrícola para cultivos sostenibles que permite tener un mapa con todas las parcelas, imágenes satelitales, índice de vegetación de diferencia normalizada y fichas con las características de cada finca.