Hubo unos meses en 2010 en los que una cierta recuperación de la actividad económica y el consumo privado parecía posible. Sin embargo, la falta de respuesta a los problemas estructurales de nuestra economía y las dudas acerca de la capacidad de que España sea capaz de hacer frente a sus deudas, segaron los atisbos de mejoría. 2010 finaliza, por tanto, bajo el signo de la incertidumbre, con un factor añadido de inestabilidad para el próximo año y medio en forma de sucesivas citas electorales.
A falta de datos definitivos, parece que la industria en su conjunto ha conseguido mantener las cifras del ejercicio anterior, según adelanta la Fiab, gracias a un crecimiento de las exportaciones cercano al 10%. Mejor habría sido el comportamiento de las treinta grandes marcas de gran consumo , que habrían crecido un 2,1% en valor durante el año, frente al retroceso de 2,6 puntos del conjunto del mercado, que cae hasta los 3,7 en el conjunto de las enseñas de fabricante (los datos son de Kantar). También hay quien apunta que 2010 será el año en el que habrá caído el mercado de alimentación y bebidas en volumen, por la suma de factores como la salida de inmigrantes del país y la reducción del consumo extradoméstico. De confirmarse, supone un cambio cualitativo respecto a los años anteriores, en los que el avance en unidades físicas ha paliado el descenso en valor.
Cuestión de oportunidad
Con este panorama en casa, no es de extrañar que las principales operaciones realizadas en el sector se presenten como cuestión de oportunidad. Así lo ha explicado Lactalis , que se hizo en menos de un mes con Puleva Food y Forlasa, convirtiéndose en el líder transversal del sector lácteo. El vendedor de Puleva, Ebro, aprovechaba por su parte la inyección de liquidez para hacerse con el negocio de arroz de Sos , tomar una participación del 10% en la compañía y situar a su hasta director general al frente de las líder mundial en aceite de oliva. Pero la lista de compradores es notablemente amplia, e incluye a Schweppes, Xantelmar, Ibersuizas, Dulca, Fandiño o Audens, entre otros.
Desde el punto de vista de los vendedores, la estrategia ha pasado por definir negocios estratégicos y concentrarse en ellos. Así lo han hecho Pernod Ricard con su desinversión en vinos o Apax abandonando Panrico.
Y a pesar de que la inversión se ha ralentizado, la industria alimentaria ha mantenido un cierto vigor, con proyectos de gran envergadura protagonizados por compañías como CAG, Casbega, García Carrión o ICG.
Alianzas necesarias
Las dificultades del mercado están contribuyendo a que algunos fabricantes estrechen lazos con los retailers. Una puerta que está abriendo la distribución y que algunos operadores están aprovechando, ya sea mediante la firma de contratos para varios mercados europeos o con la habilitación de zonas que se convierten prácticamente en una tienda dentro de la tienda. Unas prácticas que esperemos continúen fructificando durante el próximo 2011, para el que desde Alimarket les deseamos la mejor de las suertes. Felices fiestas.
oscar.moreno@alimarket.es
