La mallorquina Marina Hotels ha llevado a cabo un cambio en su gerencia, con el nombramiento de Sebastián Martínez Ferrate como director general, cuyo primer objetivo es llevar a cabo una reestructuración interna de la compañía. Esta nueva etapa es el resultado del reciente cese de Nelson Abal Liébana como consejero delegado, así como parte de su equipo directivo. Según un comunicado de la cadena, Nelson Abal carece actualmente de "facultad de representación de la entidad" y se encontraría "en proceso de rendición de cuentas e investigación de posibles responsabilidades". En el mismo proceso, Caterina Marqués Oliveras ha sido nombrada presidenta del Consejo de Administrición y Teresa Oliveras Rey, viuda del fundador Pedro Marqués, ocupa el cargo de consejera delegada. Otra consecuencia de estos cambios es el hecho de que la cadena no podrá comercializar cinco complejos de su catálogo, ahora en litigio.