Henkel ha inaugurado reciente una fábrica de adhesivos en Shanghai, que afirma que es "la más grande del mundo". Con esta nueva planta de producción de la empresa amplía su capacidad de producción para los mercados emergentes de la zona. La puesta en marcha de las instalaciones, que han denominado como la planta "Dragón", ha supuesto una inversión de 50 M€. Esta fábrica cuenta con 150.000 m2, dará empleo a 600 trabajadores y será la instalación central para la región Asia Pacífico del grupo alemán. Sus clientes serán las empresas de la industria del automóvil y de diversos sectores de bienes de consumo. Se pronostica que la producción anual puede alcanzar las 428.000 t de adhesivos.
Según Henkel, gracias a esta apertura, se podrá alcanzar el plan estratégico de 2016. El grupo ya genera el 45% de sus ventas totales en los mercados emergentes y el 55% de sus empleados se localizan en estas regiones. Para 2016 su objetivo es que las zonas emergentes aporten cerca de 10.000 M€ a una facturación global cercana a los 20.000 M€.






