La Asociación Europea de Productores de Zumos (AIJN) ha hecho público su informe anual sobre el sector de los zumos y néctares en Europa, elaborado por Canadean, según el cual el consumo cayó un 4,2% en 2013, hasta los 10.017 Ml (incluyendo a Turquía, Noruega y Suiza estaríamos hablando de 11.000 Ml). De este volumen, los zumos representan dos tercios del consumo, mientras el tercio restante serían néctares. Más del 70% de la producción de zumos y néctares en la UE se concentra en cinco mercados: Alemania (un cuarto del total), Francia, Reino Unido, España -que representa en torno al 10% y cuyas cifras descendieron en 2013 un 5%- e Italia.

A nivel mundial, el consumo de zumo de fruta y néctar creció aproximadamente un 1%, ascendiendo a 38.900 Ml, debido principalmente al incremento de la renta y del consumo de las clases medias en los países en desarrollo.

Las previsiones para 2014 en Europa no son nada alentadoras y se prevé una disminución de alrededor del 2,9% del mercado de zumos en 2014, caída que continuará en años posteriores hasta estabilizarse de nuevo en 2018.

Para Andrew Biles, presidente de AIJN, "estos datos representan una llamada de atención para el sector que debe de centrarse en la promoción de los zumos de fruta, pero no como empresas individuales sino como un colectivo global en toda Europa. Es tiempo para la acción y por ello nuestra organización desarrollará a partir de octubre una campaña de relaciones públicas en toda Europa que destacará los aspectos positivos del zumo de fruta y el papel que pueden jugar en un estilo de vida saludable”.

Apuesta por la calidad y funcionalidad

En cuanto a los sabores preferidos por los europeos, la naranja sigue siendo líder (38,8%), seguida de los combinados de frutas (19%) y en tercer lugar se encuentra la manzana (14,9%). Ya a mayor distancia se sitúan la piña (3,6%) y el melocotón (3,5%), aunque cada país tiene unas preferencias distintas en este aspecto.

Por último, hay que destacar una tendencia clave para el sector de los zumos y néctares, que es la apuesta por la calidad. En este sentido, se ha incrementado el consumo de refrigerados y de no procedentes de concentrado (NFC). Muchos consumidores parecen estar dispuestos a pagar más por "lo natural" y la funcionalidad del zumo, teniendo presente su salud. Además, los descuentos y descensos de precios en muchos mercados han minimizado el diferencial entre el producto refrigerado y ambiente, lo cual ha alentado a los consumidores.

Por otro lado, la demanda creciente de la calidad sobre la cantidad incita a muchos fabricantes a invertir dinero en el desarrollo de zumos funcionales y con mayor valor añadido.