La compañía tecnológica Grupo Neat ha diseñado y fabricado un sensor de presencia en cama y en silla con una tecnología completamente renovada, que permite reducir los costes de mantenimiento por sustitución anual, ya que cuenta con una larga vida útil. A diferencia de los sensores tradicionales, este dispositivo ofrece alta sensibilidad, por lo que es activado con un ligero contacto, independientemente de la presión ejercida sobre él y del peso del usuario. Tiene la forma de un cinturón de 10 cm de ancho y los ajustes de los extremos hacen posible abrazar el colchón o una silla y garantizar una perfecta sujeción y fiabilidad. Gracias a su fino diseño es totalmente imperceptible, por lo que no molesta al usuario y le permite descansar cómodamente.
El sensor envía distintas alarmas para garantizar su funcionalidad, por ejemplo si se desconecta envía una alarma de desconexión, lo que asegura que el sistema se mantenga operativo las 24 horas del día. De igual modo, este dispositivo lanza una alarma de baja batería. Se integra al sistema 'TREX', un dispositivo móvil que recibe todas las alarmas y es portado por los cuidadores.