El Grupo Vidrala alcanzó unas ventas de 468,83 M€ en 2014, que suponen una caída del 1,0% frente a los 473,645 M€ logrados en el ejercicio precedente. La compañía atribuye este descenso al clima económico condicionado por las distorsiones generadas en los años anteriores, "un deterioro con efectos sobre la demanda interna y el ritmo de consumo, incluido el de productos de alimentación y bebidas, para los cuáles Vidrala suministra envases". Por áreas de destino, el descenso de las ventas de la compañía apenas alcanzó el 0,4% en el mercado nacional, hasta los 230,58 M€; frente al 1,6% sufrido en los mercados exteriores, en los que facturó 238,25 M€. En consecuencia, estos últimos absorbieron el 50,8% de las ventas de la compañía en 2014, tres décimas menos que en el año anterior.

La cuenta de resultados también mostró una evolución a la baja. Así, el margen operativo bruto (ebitda) retrocedió el 4,8%, hasta los 108,5 M€, y el resultado de explotación (ebit) el 3,9%, hasta los 69,54 M€; mientras que el descenso en el caso del resultado neto se limitó al 1,3%, quedando situado en 51,61 M€, tras someterse a una tasa fiscal del 22,0%. El margen operativo de la compañía retrocede cuatro décimas, hasta el 14,9%.

Vidrala generó el pasado año un cash-flow de 72,3 M€, lo que representa un ratio de conversión a caja del beneficio del 140% en resultado de la adecuación del plan de inversiones a los objetivos del negocio y la disciplina en la gestión de las necesidades de financiación de capital circulante. La caja generada se dedicó a retribuir al accionista en forma de pagos en efectivo por dividendos y primas por importe de 16,2 M€, y de recompra de acciones propias por importe de 6,1 M€. El cash flow remanente (50,0 M€), se aplicó a reducir la deuda, que al cierre del ejercicio alcanzaba los 67,9 M€, lejos ya de los 257,0 M€ en que se situaba en 2009 y un 42% inferior a la existente al término de 2013.

Por lo que respecta al futuro, Vidrala interpreta que la recesión iniciada en Europa en 2008 ha dado paso a un proceso de estabilización que debe permitir un ciclo de recuperación en los próximos años, y la demanda de envases de vidrio para productos alimentarios está mostrando moderados signos de recuperación en Europa Occidental, "área que continúa siendo el de mayor consumo de envases de vidrio en el mundo, donde la estructura demográfica, la cultura social y el progreso dirigen las preferencias de consumo hacia productos alimentarios de calidad y alto valor añadido, a los que se dirige el vidrio". Como consecuencia del deterioro económico sufrido en los últimos años, se ha intensificado la competencia en el mercado, y en ese contexto Vidrala mantiene como prioritarias acciones propias enfocadas a asegurar la competititivad de la estructura de costes y garantizar los objetivos de calidad y servicio al cliente.

El grupo asegura que los resultados de 2015 mostrarán el impulso emprendido en el tamaño de su negocio hacia una nueva dimensión internacional. En ese sentido, hay que recordar la reciente adquisición de la británica Encirc, la más relevante por su dimensión en la historia de la compañía, que le ha supuesto un desembolso de 409 M€ y un incremento del 63% en la facturación total, hasta una cifra proforma de 773,3 M€ en 2014 (con ebitda de 165,4 M€ y un ebit de 95,8 M€) y un volumen total de 6.000 M de envases comercializados. Ingresos que, segmentados por áreas geográficas, provienen en un 35% de la región Iberia (España y Portugal), otro 35% de las Islas Británicas (27% en el Reino Unido y 8% en Irlanda), 8% de Italia y 22% del resto de Europa.

Vidrala cerró el pasado ejercicio con unas inversiones en inmovilizado por valor de 35,57 M€ (29,80 M€ en 2013) y una plantilla media de 1.863 trabajadores, a los que habrá que sumar el millar aportado desde el pasado mes de enero por Encirc.