Tras el reciente fallecimiento, el pasado mes de enero, de Pilar Ferrer Sala (madre del presidente del Grupo Freixenet, José Luis Bonet), la familia vuelve a vestirse de luto por la muerte de Carmen Ferrer Sala, madre de Enrique (vicepresidente y director financiero de Freixenet), Carmina, Agustina y Montserrat Hevia, propietarios entre todos ellos del 29% del grupo vitivinícola.
La desaparición de Pilar, Carmen y, hace algunos años, Dolores, reduce la segunda generación de Freixenet a su presidente de honor, José Ferrer.
La triste noticia llega en un momento crítico para el grupo, con las tres ramas familiares en conflicto. La familia Hevia está decidida a vender su participación, por desavenencias con los Ferrer Noguer, que controlan el 42% del capital y hasta la fecha llevaban el peso de la gestión de Freixenet. Los Bonet Ferrer, por su parte, con otro 29% de las acciones en sus manos, también parecen proclives a deshacerse de sus participaciones, por lo que el futuro del grupo es incierto.
Las opciones que ahora mismo parecen barajarse son dos: que los Ferrer Noguer compren ese 58% del capital (o al menos un porcentaje de éste que les permita mantener el control del grupo); o la entrada de un accionista externo. Esta segunda opción parece tener un nombre propio : el grupo alemán Henkell.
Según diversas informaciones, parece que éste pondrá sobre la mesa en los próximos días una oferta, condicionada a la adquisición de una posición de control (más del 50% del capital), que valoraría la firma catalana en unos 500 M€.
De momento, el consejo de administración que se preveía "clave" para debatir el futuro del grupo, y que iba a celebrarse el miércoles 30 de Marzo, ha quedado aplazado por el fallecimiento de Carmen Ferrer.