El grupo papelero Lecta ha completado con éxito un proceso de refinanciación de su deuda, que le ha permitido lograr recursos adicionales de la banca, según ha publicado la prensa económica. Con ello, Lecta amplía hasta 2022 y 2023 el plazo de amortización de sus bonos corporativos garantizados, que vencían en 2018 y 2019.

Concretamente, la compañía, propiedad del fondo de capital riesgo CVC, ha colocado bonos por valor de 600 M€, en dos tramos (225 M, para un plazo de seis años y un interés variable del euribor más637,5 puntos básicos; y 375 M€, en siete años y con un interés fijo del 6,5%).

Deutsche Bank, Credit Suisse, BBVA y UniCredit han sido los bancos encargados de colocar los bonos entre los inversores. Además, Lecta ha firmado con estos bancos un crédito sindicado por 65 M€, con un período de amortización de seis años.

Con esta operación, la compañía consigue reestructurar su pasivo y respaldar el desarrollo del negocio de papeles especiales, que absorbió el año pasado el 27% de su cifra de negocio (el 60% procedió de los papeles estucados y el resto de otros productos). Integrada por la española Torraspapel, la francesa Condat y la italiana Cartiere del Garda,con un total de 7 fábricas y 3.363 trabajadores, Lecta facturó 1.491 M€ en 2015 y registró un ebitda de 110 M€.

La española Torraspapel, que en 2015 facturó 218 M€ (+24%), ha puesto en marcha un Plan de Mejora de la Competitividad, que tendrá repercusión, al menos, en tres de sus centros productivos (en el de Leitza, Navarra; Sant Joan les Fonts, Girona; yAlmazán, Soria), con una inversión total superior a los 2,5 M€, respaldada por el Ministerio de Industria, a través del 'Plan Reindus 2016'.