El pasado viernes 3 de diciembre el Consejo de Ministros adoptó una subida de los impuestos especiales para las bebidas alcohólicas y los productos intermedios (vermut, vinos de Jerez y otros) del 5% . El objetivo es recaudar unos 50 M€ adicionales, que sin embargo supodrán un lastre para el sector de las bebidas espirituosas que ya arrastraba una fuerte carga impositiva.

La medida coincide además con el primer año de recuperación del consumo de bebidas espirituosas en la hostelería, propiciada por la mejora económica y un año récord para el turismo, tras acumular un descenso del 40% en los últimos nueve años . Así, los datos aportados por Nielsen para el periodo interanual cerrado a julio de 2016 (TAM JJ’16) reflejan un aumento de las ventas en volumen de un 3,9%, hasta alcanzar los 177 Ml, mientras en valor la mejoría fue de un 5,5%, hasta los 2.379 M€.

La patronal del sector, FEBE, tacha la medida de "estéril y desacertada", ya que las bebidas espirituosas representan sólo el 6% del volumen de bebidas alcohólicas consumidos y sin embargo, recauda más del 75% del total . Aumentando los impuestos al 6% del total es imposible impactar a la recaudación, afirma en un comunicado. De hecho desde 2005 los tipos se han incrementado en un 22% y la recaudación está por debajo de la del año 2000.

La subida de impuestos especiales sólo a las bebidas espirituosas en 2013 demostró su negativo impacto en la economía, y destrozó la capacidad de recuperación del sector, perdió 86 M€ en recaudación. Los efectos de la recuperación económica no se dejan notar en todos los sectores por igual. Justo ahora cuando el sector de bebidas espirituosas empezaba a sentir una leve recuperación, el momento no puede ser menos oportuno. Con la subida del 5% a las bebidas espirituosas y a los productos intermedios, no mejorará la recaudación, afectando a la hostelería y al turismo y rematando a las empresas del sector, que atraviesan una delicadísima situación, afirman desde FEBE.

De hecho, hace tan sólo unas semanas tanto la patronal de las bebidas espirituosas, como la FEV, Cerveceros de España y representantes de la hostelería presentaron un informe conjunto para demostrar los efectos de una posible subida de impuestos y pedir el mantenimiento de la anterior fiscalidad en sus sectores.