El grupo constructor y de servicios ACS ha modificado de nuevo su composición accionarial tras la salida de uno de sus accionistas clásicos. Se trata de la familia Fluxá, propietaria de la cadena hotelera Iberostar, que ha vendido el 5,61% del capital de ACS que mantenía hasta la fecha. La participación, que estaba en manos de la propia Iberostar, ha sido traspasada a inversores cualificados. Hace pocos meses, en diciembre, la familia Fluxá ya había abandonado el consejo de la constructora, silla que ocupaba Gloria Fluxà Thienemann. La venta de las 17,64 M de acciones de ACS a un precio de 31,42 € por título ha reportado 554 M€ a la familia mallorquina.

Los March también salen

Pero ACS está siendo testigo también de la salida de otro de sus accionistas históricos. Se trata de la familia March, presente desde hace años en ACS a través de Corporación Financiera Alba, a través de la cual llegó a rozar el 25% de las acciones del grupo. La familia ha ido diluyendo su participación en los últimos tiempos hasta el 11% que declaraba el año pasado y el exiguo 2 ,99% actual tras la última colocación de títulos. Igualmente, en junio pasado los March abandonaba el consejo de ACS, donde ocupaba dos sillas hasta la salida de Pablo Vallbona Vadell y Javier Fernández Alonso. Con estos abandonos, los socios de referencia del gigante de construcción son su presidente Florentino Pérez, con un 12,6%, y los también históricos Alberto Alcocer y Alberto Cortina, con un 6,3%.

El grupo ACS registró una facturación consolidada de 31.975 M€ durante el pasado 2016, con un resultado de 751 M€. Al cierre del ejercicio, el grupo constructor elevó su cartera un 12,9% hasta los 66.526 M€, lo que supone 2,1 años de actividad.