El ya anunciado cierre de la pionera planta de la fabricante de caramelos Chupa Chups en Asturias, previsto para el pasado día 1, se pospondrá finalmente hasta mediados del próximo mes de octubre, tal y como han informado fuentes sindicales. Estas mismas han indicado que a partir de mañana, y hasta el martes que viene, se sucederán, en principio, las tres últimas reuniones con la compañía para intentar evitar la clausura, aunque la empresa ha reiterado su decisión, firme y ya adoptada, de trasladar la producción de este centro a su más reciente planta en Cataluña.
Las fuentes sindicales, por su parte, consideran que "se puede y debe mantener abierta la instalación productiva dada su viabilidad, y al menos, sí intentaremos alcanzar una solución de empleo para todos los trabajadores afectados, un total de 121 empleados". El comité de empresa presentará así, ante la inicial oferta de Chupa Chups de traslado de parte de la plantilla asturiana a sus instalaciones centrales en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), "una garantía de permanencia en la planta de Cataluña de un tiempo minimo, aún no establecido y siempre en función de las necesidades de cada trabajador que opte a dicho traslado".
En caso de no llegar a acuerdo alguno, ambas partes deberán remitir a la Dirección General de Trabajo las actas de las últimas reuniones, que los sindicatos acompañarán además de un informe en contra del cierre que ya se encuentran elaborando. Con la nueva reforma laboral, serán siete los días de los que dispondrá el organismo para pronunciarse, aunque cabe posibilidad de recurso tras el fallo ante el propio consejero de Industria del Principado de Asturias.
"Estos plazos, continúan las mismas fuentes, nos permitirán, incluso sin necesidad de recurso, evitar el cierre hasta bien entrado el próximo mes de octubre".
Fue en junio pasado cuando Chupa Chups , ahora en manos de la italiana Perfetti, decidió cerrar su fábrica asturiana y concentrar así toda la fabricación de caramelos con palo en sus más modernas instalaciones barcelonesas. Los motivos, adecuar la capacidad productiva a la actual demanda del mercado global.
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